“Star Kid” es una película que, a pesar de su premisa prometedora y su ambientación futurista, termina siendo un ejercicio de ideas desarmado y con un ritmo decepcionantemente lento. La película, dirigida por Daniel O'Brien, se basa en una narrativa sencilla, la de un niño que, tras un incidente nocturno, descubre un traje cibernético capaz de otorgarle poderes sobrehumanos. El concepto, en principio, tiene un potencial narrativo considerable y podría haber dado lugar a una aventura juvenil llena de acción y momentos de suspenso. Sin embargo, la ejecución se queda a medio camino, atrapada en una búsqueda de “cool” que, en lugar de entusiasmar, termina resultando artificiosa.
La dirección de O’Brien es competente, pero carece de la audacia necesaria para realmente explotar el potencial visual del filme. Las escenas de acción, cruciales para mantener el interés del espectador, se sienten forzadas y poco convincentes. Los efectos especiales, aunque no son malos, no logran establecer una atmósfera de ciencia ficción realmente inmersiva. La película se mueve a un ritmo excesivamente lento, sobre todo en la primera mitad, lo que contribuye a un desarrollo de personajes superficial y a una sensación de estancamiento. La banda sonora, igualmente, no hace ningún esfuerzo por generar una atmósfera de misterio o peligro, lo que deja el filme carente de impacto emocional.
En cuanto a las actuaciones, la de Finn Wolfhard como el protagonista, Leo, es correcta, pero limitada por un guion que no le ofrece suficientes oportunidades para brillar. Su personaje se siente poco desarrollado, y su evolución es poco creíble. El reparto secundario, compuesto principalmente por personajes estereotípicos – un científico excéntrico, un detective cínico y un villano caricaturesco – no consigue aportar nada de frescura o originalidad a la historia. Las interacciones entre los personajes, en gran medida, se limitan a diálogos expositivos que no contribuyen a la construcción de la trama o al desarrollo de la relación entre los personajes.
El guion, el principal punto débil de la película, presenta ideas interesantes, pero las plasma de forma desordenada. Se intuye un deseo de abordar temas como la responsabilidad, el poder y la identidad, pero estos temas se tratan de forma superficial y sin profundizar en sus implicaciones. El villano, en particular, carece de una motivación convincente, y sus acciones se presentan de forma poco justificada. Además, la historia introduce demasiadas subtramas que, en lugar de enriquecer la trama, la confunden y la hacen más difícil de seguir. El final, abrupto y poco satisfactorio, deja al espectador con una sensación de insatisfacción. En definitiva, "Star Kid" es una oportunidad desperdiciada, un proyecto que podría haber sido mucho más interesante si hubiera apostado por un guion más sólido y una dirección más audaz.
Nota: 5/10