Starfighter: La aventura comienza (1984)

“Starfighter: La aventura comienza” es una película que, en el mejor de los casos, intenta ser un guiño nostálgico a los clásicos de la ciencia ficción juvenil de los años ochenta, pero que termina siendo una experiencia decepcionantemente predecible. La premisa inicial – un joven adolescente que se ve catapultado a un mundo alienígena a través de su pasión por un videojuego – tiene potencial, pero la ejecución carece de la chispa y la originalidad necesarias para realmente cautivar al espectador.

La dirección de David Waggoner es competente, manteniendo un ritmo narrativo constante y visualmente decente, aunque sin aportar nada particularmente innovador. Se intenta recrear la estética arcade de los 80, con explosiones coloridas y efectos especiales que, si bien cumplen su función, no alcanzan un nivel de sofisticación que permita olvidar su origen digital. No obstante, Waggoner se esfuerza por crear un ambiente de aventura espacial, pero este, en gran medida, se diluye en una trama que se siente demasiado construida sobre clichés y elementos ya vistos en incontables ocasiones.

El corazón de la película reside en la actuación de Noah Grey-Cabot como Alex. El joven actor consigue transmitir la vulnerabilidad y la evolución del personaje, mostrando su frustración con su vida cotidiana y su creciente confianza a medida que se enfrenta a nuevos desafíos. Su interpretación es honesta y convincente, siendo probablemente el punto fuerte de la cinta. El resto del reparto, sin embargo, ofrece actuaciones bastante superficiales, con personajes secundarios que carecen de profundidad y motivación. La presencia del Centauri, interpretado por un James Cromwell con un papel desaprovechado, no logra despertar interés alguno.

El guion es, sin duda, el principal punto débil de "Starfighter: La aventura comienza". La trama se siente repetitiva y predecible, siguiendo una fórmula magistralmente usada en el pasado pero que, en esta ocasión, carece de nuevos elementos. Los diálogos son a menudo forzados y poco naturales, y el desarrollo de la historia se ve afectado por un ritmo acelerado que no permite al espectador conectar emocionalmente con los personajes. Se intenta meter algunos giros argumentales, pero estos se revelan de antemano y no generan ninguna sorpresa.

A pesar de sus deficiencias, “Starfighter: La aventura comienza” puede resultar entretenida para aquellos que buscan una película de acción y aventura espacial ligera y sin pretensiones. No obstante, si se espera una obra maestra de la ciencia ficción, es mejor que busque en otra parte. La película, en su defecto, es una experiencia olvidable que, a duras penas, cumple su función de entretenimiento ocasional. La nostalgia, en este caso, no es suficiente para redimir una historia que se siente, en última instancia, un poco vacía.

Nota: 5/10