Step Up 5 - All In (2014)

“Step Up 5 - All In” no llega a ser una revolución del género, pero sí ofrece una dosis de energía y visuales que, para muchos, justifican su existencia. La película, que se sitúa dentro del subgénero de los musicales de baile de Hollywood, se centra en la historia de Sean Asa, un bailarín callejero que viaja a Las Vegas con la ambición de alcanzar la fama. El camino no es fácil, y la película se centra en su lucha para adaptarse a un entorno competitivo, lleno de egos inflados y de viejas rivalidades que resurgen para complicar aún más su objetivo.

La dirección, bajo el mando de Lou Testi, mantiene un ritmo dinámico, especialmente durante las escenas de baile. Las coreografías, con una considerable inversión en efectos visuales y coreografía profesional, son el punto fuerte indiscutible de la película. La filmación en Las Vegas, con sus luces deslumbrantes y sus escenarios espectaculares, contribuye a crear una atmósfera vibrante y que justifica, en cierta medida, la ambición del protagonista. Sin embargo, a pesar de los efectos visuales, la película carece de un pulso narrativo más profundo. El director se centra en el spectacle, a veces a expensas de construir una historia con mayor sustancia. La banda sonora, omnipresente y aunque pegadiza, termina repitiéndose a lo largo de la trama, perdiendo fuerza con el tiempo.

Las actuaciones son decentes, aunque no particularmente memorables. Joe Jo, como Sean Asa, transmite la determinación y la frustración del personaje, pero su interpretación se siente algo convencional. La actriz principal, quien da vida a Andie West, demuestra cierta química con Jo Jo, pero su personaje, a pesar del potencial, se siente a menudo relegado a un papel secundario, más como catalizador de la trama que como personaje con una identidad propia definida. El reparto secundario, compuesto por ex-rivales y nuevos talentos, ofrece algunos momentos cómicos, pero en general, las interpretaciones son superficiales y carentes de matices.

En cuanto al guion, "Step Up 5" se siente como una regurgitación de ideas y clichés. El tema de la ambición, la lealtad y la traición se ha explorado ya incontables veces en el cine, y aquí se presentan de forma predecible y sin aportar ninguna nueva perspectiva. La trama, aunque entretenida, es básica y carente de giros inesperados. Se intuye la influencia de las entregas anteriores, pero sin lograr emular el dinamismo o la originalidad de las primeras. La resolución, que cumple su función de clímax, no ofrece ninguna sorpresa y deja al espectador con una sensación de conclusión apresurada. La película se alimenta de un ‘feel-good’ superficial, sin explorar las consecuencias emocionales del viaje del personaje.

Nota: 6/10