Story Ave (2023)

“Story Ave” es un drama criminal que, sorprendentemente, se revela como una meditación sobre la amistad, el arrepentimiento y las elecciones que moldean el destino. La película, bajo la dirección de Robert Allen Fyffe, se presenta inicialmente como un thriller de bajo presupuesto con el atractivo de un pico de acción, pero rápidamente establece un tono más introspectivo y profundamente humano. La ambientación en el Bronx de Nueva York es cruda y realista, transmitiendo eficazmente la atmósfera de una comunidad marginada y la lucha constante por la supervivencia.

Las actuaciones son el corazón de la película. Asante Blackk brilla como Darius, el grafitero atormentado por su pasado y impulsado por una ambición desmedida. Su interpretación es llena de matices, capturando la vulnerabilidad y la frustración de un joven atrapado entre la necesidad y la búsqueda de algo más. Melvin Gregg, como Jerome, el empleado de la MTA, aporta una presencia física imponente y una química palpable con Blackk. Sin embargo, es Luis Guzmán, en su papel de un misterioso tipo llamado “Silas”, quien realmente eleva la película. Guzmán irradia una mezcla de calma, pragmatismo y una profunda tristeza, lo que le otorga una carga emocional extra a cada escena en la que aparece. La interpretación de Guzmán no se limita a un papel secundario; es el catalizador que impulsa la narrativa hacia adelante.

El guion, aunque con algunos momentos de ritmo desigual, logra plasmar la complejidad de las relaciones entre los tres protagonistas. No se adscribe a las convenciones del género criminal, ni busca glorificar la violencia. En cambio, se centra en las consecuencias emocionales de sus acciones, mostrando cómo el robo se convierte en un punto de inflexión que los obliga a confrontar sus propios demonios y a reconsiderar sus prioridades. Las tensiones dentro del grupo se construyen sutilmente a lo largo de la trama, generando momentos de fricción y drama que intensifican la experiencia cinematográfica. La historia, a pesar del giro inesperado que plantea, no se siente forzada ni artificiosa. La película explora la dificultad de romper el ciclo de la pobreza y la violencia, presentándolos no como fuerzas inmutables, sino como desafíos que pueden ser superados, aunque a un alto precio.

Aunque la fotografía no destaca con originalidad y el diseño de sonido no se aventura en territorios especialmente complejos, la película consigue crear una atmósfera envolvente gracias a la dirección y el elenco. “Story Ave” no pretende ser una obra maestra del cine; es un relato honesto y conmovedor sobre la búsqueda de la redención en un entorno difícil, una historia que permanece en la memoria a pesar de su aparente simplicidad. Es un ejemplo de cómo el talento de un buen director y un elenco comprometido pueden transformar un concepto prometedor en una experiencia cinematográfica significativa.

Nota: 7/10