Suave Patria (2012)

“Suave Patria” es una película que, a primera vista, parece ser un relato sencillo sobre la supervivencia en las calles de la Barcelona de los años 80. Sin embargo, tras un análisis más profundo, se revela como una obra con una peculiaridad y un tono que la hacen memorable. La dirección de Dani Elis, con su mirada observacional y su cuidado en la recreación de la época, es quizás uno de sus mayores logros. La película no se dedica a grandilocuencias ni a efectos especiales, sino que se centra en la atmósfera, en el olor de la calle, en el sonido de la ciudad y en el rostro de sus personajes. Elis consigue transmitir la precariedad de la vida de Oscar y Arturo, no con una lamentación melancólica, sino a través de la observación directa y sin adornos.

Las actuaciones de los protagonistas, Sergio Serrano y Pablo Molinero, son excepcionales. Ambos interpretan con una naturalidad que va más allá de la simple representación. Oscar y Arturo no son simplemente un ladrón y un policía; son dos hombres cansados, que luchan por sobrevivir, pero que conservan una chispa de humanidad. Su química es palpable, y sus interacciones son llenas de humor y de una cierta vulnerabilidad. La evolución de su relación, que va desde la necesidad mutua hasta el despertar de una atracción real, es uno de los puntos fuertes de la película. Molinero, en particular, ofrece una interpretación sutil y conmovedora, mostrando la desesperación y la frustración de un hombre atrapado en una vida sin futuro.

El guion, adaptado de la novela homónima de Juan Andrés, presenta un retrato social interesante y, a veces, desconcertante. La trama, aunque sencilla, está condimentada con un elemento de intriga y de suspense que mantiene al espectador interesado. La figura del comandante Narváez, interpretado por un magnífico Miguel Ángel Silvestre, se presenta como un antagonista complejo, un hombre en conflicto entre su deber y sus propias ambiciones. La trama del truhán y la manipulación añade una capa de profundidad y de crítica social a la película, revelando la corrupción y la hipocresía que acechan bajo la superficie de la sociedad. No obstante, la película no se limita a una crítica social, sino que también explora temas universales como la amistad, el amor y la búsqueda de la identidad.

En definitiva, "Suave Patria" es una película de autor que logra transmitir una sensación de nostalgia por una época y por una forma de vida que ya no existe. Es una película que requiere una mirada atenta y que recompensa al espectador con una experiencia cinematográfica rica y gratificante. Es un retrato honesto y realista de la Barcelona de los años 80, pero también una reflexión sobre la condición humana. No es una película para todos los gustos, debido a su ritmo pausado y su enfoque en los personajes, pero aquellos que aprecien el cine de autor y el storytelling centrado en la observación humana, no se decepcionarán.

Nota: 8/10