Sufragistas (2015)

“Sufragistas” (Suffragette) es mucho más que un biopic sobre el movimiento sufragista inglés; es un retrato visceral y conmovedor de la resistencia y la desesperación de mujeres olvidadas por la historia. Carey Mulligan ofrece una interpretación absolutamente cautivadora como Maud Waller, una mujer trabajadora de clase media que, al ver la ineficacia de la lucha pacífica, se ve empujada a la radicalización. La película no romantiza la lucha por el sufragio; en cambio, la muestra en su crudeza, exponiendo la pobreza, la discriminación y el aislamiento que experimentaban estas mujeres.

La dirección de Sarah Gavron logra un equilibrio delicado entre la épica de un movimiento social y la intimidad de las vidas individuales. No se detiene en los grandes discursos o los momentos de triunfo retórico, sino que se concentra en los pequeños detalles, en las interacciones cotidianas que revelan el peso de la opresión. La película está filmada con una estética que evoca la época, pero sin caer en la estética de época tradicional. Se respira una atmósfera densa, cargada de tensión y frustración. Los planos son a menudo claustrofóbicos, reflejando la sensación de encierro y falta de opciones que las mujeres enfrentaban.

El reparto es excelente en su conjunto. Kristin Scott Thomas como Sylvia, la líder pragmática y endurecida por la lucha, y Helena Bonham Carter como Edith, la amiga leal y un poco excéntrica, aportan profundidad y riqueza a la historia. Sin embargo, Mulligan se destaca como fuerza motriz de la película. Su interpretación no solo transmite la determinación de Maud, sino también su vulnerabilidad y su crecimiento personal a medida que se adentra cada vez más en el mundo de la resistencia. La película explora cómo la radicalización no es un acto de rebeldía, sino una consecuencia lógica de la injusticia sistemática.

El guion, adaptado de la novela de Philippa Gregory, es inteligente y evita la simplificación. La película no se limita a la narración de la lucha por el sufragio; explora las consecuencias de la participación radical en la vida de las mujeres, incluyendo la pérdida de sus empleos, sus hogares y sus hijos. Los momentos de violencia, aunque impactantes, se presentan como un reflejo de la desesperación de estas mujeres, en lugar de glorificarlos. Es importante señalar que la película no solo relata la historia de las sufragistas, sino que ofrece una visión mucho más amplia de las mujeres de la época, mostrando su labor en los campos de batalla, en las fábricas y en las clínicas. La película nos recuerda que la lucha por la igualdad de género nunca termina, y que las victorias son siempre obtenidas a costa de un alto precio.

Nota: 8.5/10