¡Sufre, mamón! (1987)

(ES) · Comedia, Música · 1h 42m

Hombres "G" en la película más "guay".

Póster de ¡Sufre, mamón!
Media
7.1 /10

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Dónde ver ¡Sufre, mamón!

La película ¡Sufre, mamón! está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Movistar Plus+, Movistar Plus+ Ficción Total, Acontra Plus. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

David, romántico y enamoradizo, es íntimo amigo de Javi, un gamberro compulsivo. Expulsados del colegio, ambos son admitidos en otro centro. Allí conocen a Dani, y deciden crear su primer grupo musical: "Los Residuos". David tiene un problema que ni él mismo quiere creer; Patty, su novia, le pone los cuernos descaradamente con Ricky Lacoste, un niño pijo un tanto ridículo que resulta ser el vocalista de "Fiebre Amarilla", el grupo rival. Mientras Patty juega a dos bandas, el grupo conoce a Rafa en la grabación de un programa de TV y se incorpora al grupo. Nacen los "Hombres G" de manera definitiva y empiezan los éxitos.

Ficha de la película

Título original

¡Sufre, mamón!


Estreno


Géneros

Idioma original

ES


Dirección

Guionista

Manuel Summers, Pedro Caballero, Paco Martín


Reparto principal de ¡Sufre, mamón!

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en ¡Sufre, mamón!.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de ¡Sufre, mamón!

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto ¡Sufre, mamón!. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Jorge Quintero
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.0/10)

“¡Sufre, mamón!” no es solo una película; es un artefacto cultural de los 80’s que, décadas después, sigue despertando un extraño y nostálgico cariño. La película, basada en la historia real de los Hombres G, es un pastel de azúcar, melodías pegadizas y personajes grandilocuentes, y aunque su ejecución no es impecable, ofrece una inmersión completa en una época y un género musical específico que, sin duda, merece la pena rescatar del olvido.

La dirección de Juan Antonio Giménez se basa, en gran medida, en crear una atmósfera de locura adolescente. La cámara se mueve constantemente, capturando la energía desbordante de los jóvenes y sus delirios. No se preocupa por la sutileza, optando por una estética vibrante, llena de colores llamativos y planos rápidos que reflejan la frenética vida de los adolescentes. Sin embargo, a veces esta exuberancia resulta algo caótica, perdiendo en ocasiones el equilibrio y la narrativa. El uso excesivo de efectos visuales, más propios de un videoclip que de una película, puede resultar distractivo y desmerecer la propuesta original.

El reparto, liderado por un Javier Ibáñez en plena forma, ofrece interpretaciones convincentes. Ibáñez encarna la mezcla perfecta de ingenuidad y rebeldía que define a David. Sus compañeros de reparto, especialmente Luis García (Javi) y Antonio Pietrangeli (Ricky Lacoste), aportan toques de humor y carisma que, en conjunto, crean una dinámica de grupo muy entretenida. Pietrangeli, en particular, se destaca por su presencia escénica y por la habilidad con la que transmite la arrogancia y la vanidad de su personaje. La química entre los actores es palpable, contribuyendo a la credibilidad de la historia.

El guion, aunque simple en su estructura, logra retratar con cierta fidelidad la atmósfera de la adolescencia. La traición de Patty, la ambición desmedida de Ricky y la búsqueda de la fama son temas universales que resuenan con el público. Sin embargo, el guion recurre a clichés y situaciones predecibles, lo que impide que la película alcance un mayor nivel de profundidad. La trama secundaria con el programa de televisión, aunque necesaria para mostrar la ascensión del grupo, se siente un tanto forzada y poco desarrollada. A pesar de ello, el ritmo es ágil y mantiene la atención del espectador gracias a la música y al humor presente en la pantalla.

En definitiva, “¡Sufre, mamón!” es una película que se disfruta más por lo que representa que por lo que ofrece. Es un reflejo de una época, de una actitud, de una forma de hacer música. Aunque no es una obra maestra cinematográfica, su encanto reside en su capacidad para transportarnos a un mundo de melodías pegadizas, de aspiraciones juveniles y de un desenfreno adolescente que, sin duda, tendrá un lugar especial en el corazón de aquellos que vivieron la época dorada del pop español.

Nota: 7/10

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