Super size me (2004)

“Super Size Me” no es solo un documental; es un experimento social, un desafío personal y un despertar alarmante. Morgan Spurlock se embarca en una misión nada glamurosa: probar, día tras día, la comida de McDonald's a través de los tres tamaños de menú, durante un mes entero. Lo que comienza como una curiosidad mediática se convierte rápidamente en un viaje visceral que expone las consecuencias, a menudo ignoradas, de la cultura de la comida rápida. El resultado es una película impactante, incómoda, pero fundamental para entender la relación que tenemos con nuestros hábitos alimenticios.

La dirección de Ron Howard, aunque generalmente discreta y centrada en el protagonista, es inteligente. Evita la moralina y se permite que Spurlock desarrolle su experimento con una honestidad brutal. Howard no intenta juzgar al público; simplemente presenta la evidencia, documentándola con una cámara implacable que captura cada bocado, cada cambio en el cuerpo de Spurlock y cada consulta médica que revela el deterioro de su salud. La película se beneficia enormemente de la documentación exhaustiva; no se trata de un espectáculo, sino de una recopilación tangible de datos que habla por sí sola.

El trabajo de Spurlock como protagonista es admirable, y su transformación física es, sin duda, la parte más llamativa. Sin embargo, la película va mucho más allá de la simple "prueba de la comida rápida". La investigación de Spurlock, alimentada por su preocupación por su propio padre afectado por la diabetes tipo 2, se convierte en una denuncia de la industria alimentaria, la falta de regulación y la manipulación a través del marketing dirigido especialmente a los niños. No es solo el cuerpo de Spurlock lo que cambia, sino su perspectiva, su conocimiento y su compromiso con la exposición de la verdad. La evolución de su relación con sus hijos, especialmente con su pequeño, es particularmente conmovedora.

En cuanto al guion, la fuerza de “Super Size Me” reside en su sencillez y su capacidad para amplificar los resultados. La película no necesita adornos ni explicaciones complejas. La información, a menudo presentada de forma directa y a través de los informes médicos, es suficiente para generar un impacto duradero. A medida que el experimento avanza, los cambios fisiológicos de Spurlock se multiplican y se hacen más alarmantes, forzando al espectador a confrontar la realidad de los efectos de una dieta basada en comida ultraprocesada. El documental no ofrece soluciones fáciles, sino que invita a la reflexión y al análisis crítico de nuestro propio comportamiento.

En definitiva, “Super Size Me” es un documental que trasciende el mero entretenimiento. Es un aviso, un llamado a la acción y una poderosa herramienta para comprender la importancia de las elecciones que hacemos en relación con nuestra salud y nuestro entorno. Es una película que permanece en la mente mucho después de que termina la proyección.

Nota: 8.5/10