Supercop (Police Story 3) (1992)

“Supercop 3: Police Story 3” es, en esencia, un ejercicio de sobrecarga y nostalgia. Jackie Chan, lejos de evolucionar o explorar nuevas facetas de su personaje, nos entrega una continuación directa de lo que ya habíamos visto en las entregas anteriores, un frenesí de acrobacias y persecuciones que, aunque visualmente impresionante, carece de la sustancia que hizo que la saga fuera tan popular. La trama, simple pero efectiva, se centra en la misión de Chia Chu (Jackie Chan) de rescatar a la esposa del jefe de un imperio del narcotráfico, ahora cautiva en Malasia, y de evitar su ejecución, mientras intenta desmantelar el sindicato completo.

La dirección de Chan, como es habitual, es casi total. Él es el director de producción y la mayoría de las escenas de acción se filman desde su perspectiva, ofreciendo una inmersión total en el caos. Sin embargo, esta característica, que en otros casos aportaba un elemento distintivo y narrativo, aquí se siente como una repetición gratuita. Se busca el impacto visual a toda costa, priorizando el espectáculo sobre la historia. El ritmo, por lo tanto, es torpe y desigual, con momentos de tensión genuina interrumpidos por secuencias que, aunque espectaculares, se sienten desprovistas de mayor significado.

Las actuaciones son correctas, pero no sobresalen. Sammo Hung, en su breve aparición como el comandante de la policía, aporta un contrapunto interesante al carácter rígido de Chia Chu. Aunque, la química entre Jackie Chan y la bella policía comunista, Lin Meijiao, es superficial y se reduce a un cliché romántico que, para ser sincero, no añade valor a la trama. La actuación de Lin Meijiao, en particular, se ve mermada por un guion que la relegaba a un papel secundario, casi exclusivamente como interés romántico.

El guion es, sin duda, el punto más débil de la película. Se apoya en clichés del género de acción y, a pesar de la complejidad de la trama, se resuelve de forma abrupta y predecible. Los diálogos son torpes y poco convincentes, y la motivación de algunos personajes, especialmente de los antagonistas, queda poco clara. El guion intenta introducir elementos de intriga política, relacionados con la tensión entre China y Hong Kong, pero estos se diluyen rápidamente en el torbellino de escenas de acción. Lo que podría haber sido una oportunidad para explorar las complejidades de la situación política, se convierte en un mero trasfondo para las persecuciones.

A pesar de su ritmo frenético y su excesiva dependencia de las escenas de acción, "Supercop 3" ofrece algunas momentos visualmente estimulantes y, para los fanáticos de Jackie Chan, un festín de acrobacias que no querrán perderse. Sin embargo, la película no logra superar su propia sobrecarga y carece de la profundidad y la sustancia necesarias para ser considerada una obra maestra del cine de acción. Es un entretenimiento superficial, pero con un despliegue físico admirable por parte de su protagonista.

Nota: 6/10