Superdetective en Hollywood III (1994)

“Superdetective en Hollywood III” no es una obra maestra cinematográfica, pero tampoco una completa debacle. Tras décadas de inactividad, la saga de Axel Foley resurge con la energía, a veces caótica, de un festín de nostalgia, y en este tercer capítulo, esa nostalgia se manifiesta en un torbellino de situaciones absurdas y humor visualmente deslumbrante. La película, dirigida por Peter Cramer, se basa en un concepto curioso: un detective de Detroit, con sus particularidades y su irreverencia, se ve catapultado a Hollywood y, para su desgracia (y también para su beneficio), se convierte en parte del programa de entretenimiento del parque temático WonderWorld.

La dirección de Cramer funciona, aunque la película se siente a veces apresurada, como si se esforzara en cubrir demasiado terreno en poco tiempo. Hay momentos genuinamente divertidos, especialmente aquellos en los que Foley, interpretado con su habitual carisma por Will Smith, se involucra en situaciones inesperadas y se ve obligado a usar su ingenio y sus habilidades de detective para resolver crímenes mientras simultáneamente se ve obligado a participar en actos de entretenimiento. La película no teme ser ridícula, y esta es, en gran medida, su mayor fortaleza. Los efectos visuales, particularmente aquellos que involucran a Foley transformado en el enorme elefante azul, son sorprendentemente convincentes y contribuyen a la atmósfera general de surrealismo y entretenimiento puro.

Las actuaciones son sólidas, con Will Smith ofreciendo un despliegue de humor físico y verbal que se siente natural en su personaje. Serge, interpretado por Fran Reyes, y Billy Rosewood, con la presencia de Christian Cook, aportan un contrapunto cómico a la exuberancia de Foley, y sus interacciones son memorables. Sin embargo, el guion, escrito por varios autores, presenta algunas lagunas. La trama principal, centrada en la investigación de un asesino en serie que se esconde entre las atracciones del parque, es bastante predecible y carece de la profundidad que podría haber elevado la película más allá de lo puramente entretenido. Además, algunos diálogos son excesivamente forzados y buscan descaradamente explotar la nostalgia de la serie original.

A pesar de sus defectos, “Superdetective en Hollywood III” ofrece un escape ligero y divertido. No pretende ser un thriller de suspense sofisticado, sino una comedia de acción con un toque de nostalgia. Es una película para disfrutar sin tomarla demasiado en serio, perfecta para una noche de cine en familia o para aquellos que buscan una dosis de entretenimiento clásico, con una pizca de caos. La película se beneficia del legado de la original y, aunque no alcanza la genialidad de la primera entrega, ofrece suficiente chispa y humor para mantenerte entretenido.

Nota: 6/10