Superfumados (2008)

“Superfumados” (Pineapple Express) no es una obra maestra cinematográfica que va a revolucionar el género de la comedia de acción. Sin embargo, es una película que cumple su cometido con una energía desinhibida y un humor que, aunque a veces excesivo, resulta tremendamente entretenida. La película, dirigida por Seth Rogen y Evan Goldberg, se beneficia de su propia falta de pretensiones y de una autenticidad que, en un mercado saturado de blockbuster, es un respiro agradable.

La historia, que nos sitúa en la ciudad ficticia de Brentwood, California, gira en torno a Dale Marks (Seth Rogen), un vendedor de hierba minorista que, por circunstancias que ya os adelanto, se encuentra obligado a colaborar con Leo Simmons (James Franco), un "camello" de altísima calidad. La trama se complica cuando Dale presencia un asesinato cometido por un poderoso capo de la droga, Victor, interpretado con una frialdad inquietante por Gary Cole. A partir de ahí, ambos se ven obligados a huir, buscando refugio en el mundo de las drogas, la violencia y los personajes excéntricos que habitan su entorno. La premisa, aunque sencilla, es el punto de partida para un torbellino de situaciones cómicas y peligrosas.

La dirección de Rogen y Goldberg se centra en un estilo visceral y poco convencional. Se nota que se inspiran en el cine de acción de los 80, aunque sin imitarlo directamente. La película se mueve a un ritmo frenético, con persecuciones trepidantes, tiroteos improvisados y un uso abundante de la primera persona para sumergir al espectador en la experiencia de Dale. La fotografía y el diseño de producción contribuyen a crear una atmósfera vibrante y poco realista, que refuerza la sensación de caos y locura.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Seth Rogen y James Franco forman una pareja cómica excelente, con una química palpable que se intensifica a medida que la situación empeora. Danny McBride, como el proveedor Saul Silver, ofrece un personaje memorable, aunque a veces un poco exagerado. Rosie Perez, aunque con un papel relativamente limitado, aporta un toque de seriedad y autoridad a la trama. Gary Cole, como el antagonista Victor, ofrece una actuación amenazante, demostrando que puede ser efectivo en el género de la comedia criminal.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. El humor, por momentos, se vuelve un poco burdo y repetitivo, y algunos personajes pueden resultar unidimensionales. Además, el guion, aunque ingenioso en ocasiones, a veces cae en clichés y situaciones predecibles. A pesar de ello, “Superfumados” logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo frenético, su humor irreverente y sus personajes entrañables, o al menos, con los que podemos empatizar a pesar de sus decisiones cuestionables. Es una comedia de acción que se disfruta más como una escapada distendida que como una reflexión profunda sobre la adicción o la corrupción.

Nota: 7/10