Superman IV: En busca de la paz (1987)

“Superman IV: En busca de la paz” es, sin duda, una de las películas más frustrantes y desconcertantes de la filmografía de Superman. Lanzada en 1987, justo cuando la franquicia ya se encontraba en un período de declive, esta entrega intenta, con resultados dispares, abordar temas de paz y desarmamento, pero se hunde en un guion torpe, actuaciones ocasionales y una dirección que parece desconectada de su propio material. Es una película que no solo decepciona, sino que también hace sentir pena por lo que podría haber sido.

El argumento, aunque ambicioso en su intento, es sumamente confuso y carente de sutileza. La trama se centra en la amenaza de Nuclear Man, un ser nacido de la radiación nuclear y controlado por Lex Luthor. Este último, con la astucia que le caracteriza, orquesta una alianza entre facciones militares estadounidenses y soviéticas para neutralizar a Superman. El problema principal reside en la presentación de esta conspiración. Se siente apresurada, artificial e intentando abarcar demasiado de golpe, sin dar espacio a la construcción de personajes o la justificación de las acciones. La motivación de Luthor, aunque un clásico de sus villenos, resulta diluida y carente del peso dramático que merece.

Las actuaciones son, en general, decepcionantes. Christopher Reeve, a pesar de su innegable carisma y su ya consolidada imagen de Superman, se ve limitado por un guion poco estimulante. Su interpretación de Superman, en este momento, es más robótica que emotiva. Margot Kidder como Lois Lane se reduce a un papel secundario, con escasos diálogos y poca química con Reeve. Bryan Cranston, en un breve cameo, intenta añadir un toque cómico, pero su participación es fugaz y no logra compensar el vacío dramático de la película. El resto del reparto, incluyendo a actores como Robert Vaughn y John O'Connell, no logran destacar.

La dirección de Tobe Hooper, conocido por su trabajo en “Poltergeist”, aporta una atmósfera oscura y tensa, aunque su estilo, propio de sus películas de terror, no encaja del todo con el tono de Superman. Si bien las escenas de acción son decentes y utilizan los efectos especiales de la época de manera efectiva, carecen de dinamismo y se perciben como una mera sucesión de explosiones. La banda sonora, aunque intenta generar suspense, termina resultando repetitiva y poco memorable. En definitiva, la película se siente desconectada de sus propias convenciones y del universo de Superman que se había construido hasta entonces.

“Superman IV: En busca de la paz” es un ejemplo perfecto de cómo una buena premisa puede ser arruinada por un guion predecible, actuaciones mediocres y una dirección que no sabe cómo manejar su material. Una película que no ofrece nada nuevo o interesante a la franquicia y que, en lugar de generar entusiasmo, solo genera frustración.

Nota: 4/10