Sœurs d'armes (2019)

“Sœurs d’armes” no es solo una película bélica; es un viaje visceral a través de la deshumanización del conflicto y la sorprendente resiliencia del espíritu humano. Dirigida con sensibilidad por Claire Denis, la película se sitúa en el crudo y caótico paisaje de Siria, pero la verdadera fuerza reside en las historias personales que entrelaza. No se trata de glorificar la guerra, sino de mostrarla desde la perspectiva de sus víctimas, y en particular, de mujeres que han sido despojadas de todo, buscando una vía de escape y redención a través de la lucha armada.

La película logra un impacto emocional inmediato gracias a la dirección de arte impecable y a la atmósfera opresiva que genera. Las imágenes, a menudo desaturadas y llenas de contrastes, nos sumergen en la realidad dura de la batalla, transmitiendo el miedo, la desesperación y la fragilidad de sus protagonistas. Denis evita el sentimentalismo fácil y opta por un enfoque realista, mostrando la brutalidad de la guerra sin recargarla con melodrama.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los pilares fundamentales del éxito de la película. Dilan Gwyn, Amira Casar y Camélia Jordana ofrecen interpretaciones extraordinarias. Cada una aporta una riqueza emocional y una vulnerabilidad que hacen que sus personajes sean profundamente creíbles. No se trata de que interpreten a “soldadas”; nos presentan a mujeres con traumas, con miedos, con sueños rotos. La química entre las tres actrices es palpable, lo que intensifica la sensación de camaradería y la importancia de su vínculo.

El guion, adaptado de un relato de Elia Petrichenko, es preciso y evita las facilidades narrativas. La trama se desarrolla de forma orgánica, centrándose en la evolución de las relaciones entre las protagonistas y en su lucha por encontrar un propósito en medio del caos. La incorporación de Zara, la yemenita, no es accidental: su historia, llena de dolor y pérdida, sirve como un espejo que refleja las propias heridas de las otras dos. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas sobre la identidad, la memoria y la posibilidad de sanar las heridas del pasado.

Sin embargo, “Sœurs d’armes” no está exenta de ciertas limitaciones. A veces, la narrativa se siente un poco lenta y, en algunos momentos, la falta de contexto histórico podría resultar confusa para aquellos que no están familiarizados con la situación en Siria. No obstante, estas son pequeñas imperfecciones que no empañan la experiencia general, que es, en definitiva, profundamente conmovedora y reflexiva. La película es una película que permanece en la memoria mucho después de que terminan los créditos, invitando a la reflexión sobre el precio de la guerra y la fuerza del espíritu humano.

Nota: 8/10