“Surviving Christmas with the Relatives” no busca reinventar la rueda navideña, ni mucho menos, y lo reconozco desde el principio. Pero, a pesar de su premisa sencilla –dos hermanas, atormentadas por la reciente muerte de sus padres y plagadas de una rivalidad familiar centenaria – la película logra ser sorprendentemente entretenida y, en algunos momentos, hasta conmovedora. No es una obra maestra, pero sí un refugio acogedor para el espíritu navideño, perfecto para quienes buscan una comedia familiar sin pretensiones.
La dirección de David Miller se mantiene discreta, buscando la naturalidad en las interacciones y permitiendo que el peso de la historia recaiga sobre las actuaciones. No hay grandilocuencia visual ni un intento evidente de impactar con efectos especiales. Miller se centra en la atmósfera, en la fotografía cálida y en el uso de la luz para evocar la sensación de un hogar familiar y, al mismo tiempo, de un lugar a punto de desmoronarse. En la dirección de algunos de los momentos más caóticos y exagerados, el ritmo se beneficia de un montaje ágil que, sin ser frenético, mantiene el interés del espectador.
El núcleo de la película reside en la interpretación de los dos hermanos, interpretados por Sarah Jenkins y Emily Carter. Ambas actrices logran transmitir la frustración, la rabia contenida y, eventualmente, la necesidad de conexión que sienten al enfrentarse a los recuerdos y a las tradiciones que les han marcado. La química entre ellas es palpable y es la base del humor, pero también de las escenas más emotivas. Los personajes secundarios, interpretados por un reparto secundario competente, aportan el brillo y el caos necesarios para convertir la casa de los padres en un escenario de situaciones hilarantes. Particularmente, la actuación de Richard Davies como el tío abuelo, un cascarrabias con una memoria prodigiosa para los agravios, se destaca por su autenticidad y humor torpe.
El guion, coescrito por Miller y Thompson, se apoya en clichés familiares, pero lo utiliza de forma efectiva para construir las tensiones y los conflictos. La comedia se basa en situaciones exageradas y diálogos ingeniosos, evitando caer en la caricatura. Sin embargo, a pesar de la abundancia de humor, la película también toca temas importantes como el duelo, la comunicación familiar y la importancia de superar los rencores. Aunque el argumento no es innovador, la película consigue generar empatía por los personajes y, al final, transmitir un mensaje positivo sobre la familia y el perdón. No obstante, la falta de profundidad en algunos temas podría haber enriquecido la experiencia general. El ritmo, aunque dinámico, a veces se ve un poco forzado para introducir giros argumentales.
Nota: 6.5/10
