Suspiria (2018)

“Suspiria” (2018), la versión de Robert Weide de la película italiana de Dario Argento, no es simplemente un remake; es una reimaginación visceral y profundamente inquietante que captura la esencia del giallo original mientras la traslada a un contexto contemporáneo. La película, con Dakota Johnson en el papel de Susie Bannion, no solo reinterpreta la historia, sino que la subraya con una atmósfera de paranoia y horror psicológico que la hace destacar entre las recreaciones de clásicos del cine de terror.

La dirección de Robert Weide es magistral en su manejo de la tensión y el suspense. Utiliza una paleta de colores inusual, predominando el rojo y el negro, y la fotografía de Lucy Macdonald crea imágenes visualmente impactantes y memorables. El diseño de producción, con sus elaborados vestuarios y la opulencia de la escuela de danza, contrasta brutalmente con la creciente sensación de desasosiego que impregna la película. Weide logra un equilibrio perfecto entre la belleza estética y el terror latente, convirtiendo cada escena en una experiencia sensorialmente rica y perturbadora.

Dakota Johnson ofrece una actuación sorprendentemente poderosa como Susie Bannion. Inicialmente, la vemos como una joven ambiciosa y algo ingenua, pero a medida que avanza la trama y se enfrenta a la verdad, su personaje evoluciona de manera convincente. Sin embargo, es Tilda Swinton, como Madame Blanc, quien realmente roba la película. Su interpretación es enigmática, elegante y absolutamente aterradora. Swinton utiliza cada mirada, cada gesto, para transmitir un aura de maldad y control que es, sin duda, la base de la amenaza que Susie percibe. No es una villana caricaturesca, sino una presencia más bien distante, casi etérea, que opera desde las sombras.

El guion, adaptado de el texto de Bernando Bertolucci, se adhiere fielmente a la estructura del original, pero añade nuevas capas de complejidad y profundiza en la psicología de los personajes. La historia, aunque conocida por aquellos familiarizados con la película de Argento, mantiene un ritmo constante y bien estructurado, construyendo la paranoia de Susie de manera gradual y efectiva. La película explora temas como la ambición, la identidad, la locura y la manipulación de forma inteligente, invitando al espectador a cuestionar la realidad y la percepción de los personajes. No se limita a mostrar el horror, sino que lo entrelaza con las motivaciones y los dilemas internos de sus protagonistas.

En definitiva, "Suspiria" es un triunfo del cine de terror contemporáneo. No es un mero ejercicio de nostalgia, sino una obra que respeta el espíritu de su predecesor original mientras establece su propia identidad. Es una película que se quedará contigo mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar, gracias a su atmósfera opresiva, sus imágenes impactantes y su inquietante banda sonora. Representa un logro en la adaptación de clásicos y, a su vez, destaca como una obra en sí misma.

Nota: 8.5/10