Suzzanna: Buried Alive (2018)

“Suzzanna: Buried Alive” es una experiencia cinematográfica visceral y perturbadora, una película que se aferra a la tensión y al terror psicológico para generar un impacto duradero. La dirección de David Moreau y Xavier Palud es firme y sutil; lejos de recurrir a sustos fáciles o gore excesivo, se centran en crear una atmósfera de opresión y creciente paranoia. La fotografía, oscura y saturada, intensifica la sensación de confinamiento y la creciente desesperación de la protagonista. Se percibe una cuidadosa planificación, con cada plano y cada sonido diseñados para mantener al espectador al borde del asiento.

El núcleo de la película reside, sin duda, en la interpretación de la actriz Samantha Fox, quien ofrece una actuación magistral. Su personaje, Suzzanna, se transforma gradualmente de una mujer aparentemente normal y complaciente a una figura aterradora, consumida por la sorpresa y el horror. Su expresión, en momentos clave, es un verdadero retrato de la incredulidad y la lucha por la supervivencia. La veracidad y el impacto emocional de su actuación son palpables, convirtiéndola en el punto central de la narrativa. Las actuaciones de los demás actores son sólidas, aunque no alcanzan el nivel de Fox, contribuyendo a la autenticidad del ambiente opresivo.

El guion, escrito por los mismos directores, es inteligente y deliberadamente lento. La película no se apresura a revelar sus secretos, manteniendo al espectador en un estado constante de incertidumbre. Se construye una tensión increíble a través de pequeños detalles, de miradas furtivas, de sonidos inquietantes, y de la constante amenaza que se cierne sobre Suzzanna. La historia, aunque sencilla en su premisa, se presta a interpretaciones complejas sobre la fragilidad de la confianza, las consecuencias de la avaricia y la naturaleza de la identidad. Si bien el ritmo pausado puede resultar frustrante para algunos, es fundamental para el desarrollo de la atmósfera de terror psicológico que caracteriza a la película. La elección de introducir una historia de amor fallido como telón de fondo añade una capa de melancolía y desesperación que complementa perfectamente el horror.

Es importante señalar que la película no ofrece respuestas fáciles ni un final satisfactorio en el sentido tradicional. La ambigüedad es deliberada, y el espectador se queda con la inquietante sensación de que nada es lo que parece. La película explora temas de manipulación, poder y la dificultad de discernir la verdad en un entorno hostil. El recurso de la "reanimación" al final, aunque no se explora en profundidad, es un giro argumental efectivo que desafía la percepción del espectador y deja una nota final impactante. En definitiva, “Suzzanna: Buried Alive” es una película que invita a la reflexión y que, más allá del factor "jump scare", deja una huella imborrable en la memoria del espectador.

Nota: 7.5/10