S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson (2003)

“S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson” es una película que, a pesar de su premisa familiar y referencias obvias a la serie televisiva original, no logra alcanzar la calidad y el impacto que uno esperaría. Se trata de un espectáculo de acción relativamente sólido, pero que carece de la profundidad narrativa y la complejidad que podrían haberla elevado a un nivel superior. La película se aferra demasiado a los clichés del género y se enfoca en la violencia espectaculares, dejando a un lado elementos que podrían haber enriquecido la experiencia.

La dirección de Rodrigo Cortés es competente, y consigue mantener el ritmo de la acción, con secuencias de persecución y enfrentamientos a ritmo frenético. Sin embargo, su estilo visual se siente un tanto genérico y carente de originalidad. No se arriesga demasiado, lo que se traduce en una estética pulida pero superficial. Se nota que busca agradar al público masivo, priorizando la adrenalina sobre la innovación cinematográfica.

Las actuaciones son un punto fuerte, sin duda. Colin Farrell, como el agente Jim Street, ofrece una interpretación convincente. Su personaje es un hombre ambicioso y con un pasado complicado, que lucha por demostrar su valía y romper con las limitaciones impuestas por su entorno. Farrell transmite la frustración, la determinación y la vulnerabilidad del personaje de forma creíble, mostrando momentos de carisma y de duda. Jackson, en el papel de Hondo, el jefe de S.W.A.T., aporta la autoridad y el liderazgo que se espera de un personaje así, aunque su arco narrativo se siente algo limitado. Olivier Martinez, como el narcotraficante, ofrece una interpretación amenazante, aunque su personaje termina siendo un tanto unidimensional, relegado al papel de la figura antagonista clásica.

El guion es, quizás, el aspecto más débil de la película. La trama es predecible, llena de giros argumentales fáciles y situaciones que se repiten con demasiada frecuencia en el género de acción. Los diálogos son funcionales, pero carecen de ingenio y profundidad. La resolución del conflicto, aunque satisfactoria para el espectador, no justifica la complejidad inicial de la trama. Se podría haber profundizado en las motivaciones de los personajes secundarios, explorando sus historias y las razones que los impulsan. La película se conforma con ofrecer una experiencia de acción rápida y estimulante, pero no invita a la reflexión ni a la conexión emocional.

En definitiva, “S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson” es un espectáculo de acción entretenido, pero superficial. Si buscas una película que te mantenga en vilo durante dos horas y te ofrezca una acción pura y sin complicaciones, puede ser una buena opción. Sin embargo, si buscas una experiencia cinematográfica más rica y significativa, quizás desees buscar otras alternativas.

Nota: 6/10