Synchronic: Los límites del tiempo (2020)

“Synchronic: Los límites del tiempo” es, en su esencia, una película que se atreve a explorar conceptos complejos y lo hace, aunque no siempre con la solidez que se podría esperar. Dirigida por el joven Andrew Logan, la película nos introduce en un submundo criminal de Nueva Orleans, donde la violencia y el misterio se entrelazan con la desesperación de dos paramédicos, Dan (Justin Cornwell) y Mike (Brian d’Arcy James). La premisa, una droga que altera la percepción del tiempo, es una de esas ideas que prometen un thriller cerebral, y en parte lo logra, aunque con un desarrollo que a veces se siente apresurado y, francamente, un poco forzado.

La película se beneficia enormemente de la dirección visual de Logan. Nueva Orleans, con su atmósfera húmeda y decadente, se convierte en un personaje más, una ciudad oscura y llena de secretos. Las escenas de acción, coreografiadas con un pulso frenético y una paleta de colores vibrantes y saturados, son visualmente impactantes y, lo que es importante, que funcionan a favor de la narrativa. La banda sonora, con su mezcla de música electrónica y hip-hop, refuerza la sensación de desorientación y caos que la droga provoca en los protagonistas y en el espectador. Logan claramente tiene un ojo para la estética, creando imágenes que se quedan grabadas en la mente, incluso después de que los créditos finales hayan comenzado a rodar.

Sin embargo, la fuerza de la película reside, en gran medida, en las actuaciones. Justin Cornwell y Brian d’Arcy James están excepcionales. La química entre ellos es innegable, y logran transmitir la creciente paranoia y la desesperación de sus personajes a medida que se enfrentan a lo inexplicable. D’Arcy James, en particular, ofrece una actuación sutil y cautivadora como Mike, un hombre que lucha con sus propios demonios internos mientras intenta proteger a su hijo. La evolución de su personaje, desde la incredulidad inicial hasta la aceptación de lo absurdo, es el núcleo emocional de la película. La película, a pesar de sus ambiciones, no siempre consigue profundizar lo suficiente en la psicología de sus protagonistas, pero sus interpretaciones individuales son lo suficientemente sólidas para mantener el interés.

En cuanto al guion, la historia se desenvuelve a un ritmo vertiginoso, que puede resultar confuso para algunos espectadores. Las explicaciones sobre la naturaleza de la droga y las dimensiones alternativas son a menudo vagas y se basan en conceptos que, si bien son interesantes en teoría, se presentan de manera demasiado rápida y simplificada. Se echa en falta un mayor desarrollo de la trama principal, y algunas subtramas se sienten como añadidos innecesarios. Si bien la película explora temas como la pérdida, la moralidad y la responsabilidad, estos no se abordan con la profundidad que merecerían. A veces, la película se siente como si estuviera intentando abarcar demasiado, sacrificando la coherencia y la claridad por la ambición de ser inteligente y compleja.

Nota: 6.5/10