Tal como eres (1984)

“Tal como eres” es una película que, a pesar de su premisa un tanto peculiar, logra ofrecer una reflexión honesta y, en ocasiones, profundamente conmovedora sobre la soledad, la imagen que proyectamos y el miedo a ser vulnerables. La historia de Susan, interpretada con una increíble autenticidad por Florence Pugh, es, en su esencia, la de una mujer atrapada en una jaula de auto-culpa y expectativas. La película se centra en su decisión audaz – y un tanto desesperada – de sustituir su prótesis de pierna por un yeso durante unas vacaciones. Esta acción, inicialmente impulsada por el deseo de experimentar la vida "normal", desencadena una serie de eventos inesperados que ponen a prueba su propia identidad y sus relaciones interpersonales.

La dirección de Brett Cocco es sutil pero efectiva. No recurre a la grandilocuencia ni al melodrama excesivo. Cocco permite que la historia fluya con naturalidad, utilizando la cámara para capturar las pequeñas suturras, los miradas reveladoras y las silencios cargados de significado que caracterizan la vida de Susan. La película se distingue por su enfoque en la intimidad, mostrándonos a Susan en su mundo personal, sus frustraciones, sus deseos y sus miedos. Este nivel de detalle crea una conexión inmediata con la protagonista y nos permite sentir genuinamente su angustia y su necesidad de ser aceptada tal como es.

La actuación de Florence Pugh es, sin duda, el punto álgido de la película. Pugh no se limita a interpretar un papel; se *convierte* en Susan. Transmite la incomodidad, la vulnerabilidad y la determinación de la protagonista con una precisión asombrosa. Su interpretación es visceral, llena de matices y nuances que hablan de un personaje complejo y multifacético. La química que establece con Lucas Hedges, que interpreta a un hombre de la pequeña ciudad con quien Susan se cruza durante sus vacaciones, es palpable y añade una dimensión emocional importante a la narrativa. La relación entre ambos no es solo romántica, sino también un espejo de la propia búsqueda de autoconocimiento de Susan.

El guion, escrito por Rob Hayes y Ryan Murphy, es inteligente y bien construido. No presenta respuestas fáciles ni juicios simplistas. La película explora las consecuencias de la mentira, la dificultad de ser vulnerable y el impacto que las expectativas sociales pueden tener en nuestras vidas. Si bien la premisa inicial puede parecer un poco forzada, el guion la integra de manera orgánica en la historia, utilizando la situación como un catalizador para el crecimiento personal de Susan. La película no se queda en la superficie; considera las implicaciones éticas y psicológicas de las decisiones de la protagonista. Sin embargo, podría haber beneficiado de un ritmo más equilibrado, con algunas secuencias que se sienten un poco largas o repetitivas. Aun así, la película cumple su cometido de manera satisfactoria y deja una huella imborrable en el espectador.

Nota: 7/10