Tangerine (2015)

“Tangerine” es, sin duda alguna, una experiencia cinematográfica radicalmente diferente, una apuesta audaz por la inmersión y una película que se queda grabada en la memoria a pesar de sus evidentes limitaciones técnicas. Dirigida por Caran Cassidy y Robert Eggers, la cinta, estrenada en 2015, sigue a Sin-Dee Rella, una prostituta transgénero de Los Ángeles que se encuentra en medio de un círculo vicioso de desengaños y venganzas navideñas. La película no se centra en la narración lineal o en una trama compleja; más bien, nos sumerge en el flujo de pensamientos y conversaciones de Sin-Dee mientras se acerca a la verdad sobre la infidelidad de su novio, Chester.

La dirección de Cassidy y Eggers es, en esencia, una de las mayores fortalezas de la película. El uso de una cámara mano, constantemente en movimiento y a menudo en primera persona, crea una sensación de urgencia y vulnerabilidad, como si el espectador estuviera compartiendo el mismo espacio y las mismas emociones que Sin-Dee. Esta técnica, combinada con la iluminación natural, realza el ambiente sucio y decadente de Los Ángeles, transmitiendo una sensación de autenticidad que es pocas veces vista en el cine actual. La decisión de filmar todo en un único día de rodaje, con un equipo reducido y un presupuesto limitado, añade aún más valor a la película, demostrando la eficacia de la creatividad y la dirección.”

Las actuaciones son, sencillamente, impecables. Alexandra Hedison como Sin-Dee Rella ofrece una interpretación visceral y convincente de una mujer compleja, dividida entre el dolor, la ira y una persistente necesidad de conexión. Su performance es honesta, sin concesiones, y captura la frustración y la vulnerabilidad de un personaje que lucha por encontrar su lugar en el mundo. Martin Zaldana Jr. como Chester, el novio de Sin-Dee, también brilla, proporcionando un contraste interesante con la intensidad emocional de su pareja. Sin embargo, es Talulah Robinson, como Mimi, una joven que se convierte en una inesperada aliada de Sin-Dee, quien realmente destaca, ofreciendo una interpretación que equilibra la inocencia y la sabiduría de forma magistral.

El guion, aunque a veces predecible en su estructura, es inteligente en su enfoque. La película se construye a través de un diálogo rápido y directo, lleno de comentarios sarcásticos y observaciones perspicaces sobre la vida, el amor y la identidad. La escritura evita los clichés y las melodramáticas, optando por un realismo crudo y sin adornos que refleja la realidad de la vida en las calles de Los Ángeles. La película no intenta ofrecer respuestas fáciles o juicios morales; simplemente presenta a sus personajes y les deja que se desarrollen por sus propios medios. La película explora temas como la identidad de género, la pobreza, la explotación y el deseo de conexión humana, pero lo hace de una manera sutil y provocadora.

A pesar de sus deficiencias técnicas y su ritmo a veces frenético, "Tangerine" es una película memorable, un ejemplo de cómo la dirección creativa y las actuaciones honestas pueden compensar las limitaciones presupuestarias. Es una película que obliga a pensar y a sentir, una experiencia cinematográfica auténtica y profundamente humana. La película no pretende ser un entretenimiento convencional; es una invitación a la reflexión y a la empatía hacia personajes marginados y olvidados.

Nota: 7.5/10