Taxi: Derrape total (2004)

“Taxi: Derrape Total” es un espectáculo visualmente deslumbrante, una explosión de adrenalina y un homenaje, a la vez que un poco descarado, al original francés. Luc Besson elevó la acción y el drama al extremo, y esta versión estadounidense, dirigida por Jon Foster, consigue replicar esa energía, aunque no siempre con la misma sutura dramática.

El principal atractivo de la película reside, sin duda, en su puesta en escena. Las carreras de taxi son coreografías increíblemente complejas, meticulosamente diseñadas y ejecutadas. Foster y el equipo técnico han logrado crear escenas de persecución vertiginosas y espectaculares, donde la física parece doblarse a voluntad. Los efectos visuales, especialmente en las acrobacias y los derrapes, son impresionantes y hacen que la acción sea genuinamente emocionante. Es un cine de acción puro y duro, sin concesiones en el ritmo ni en la intensidad.

Queen Latifah ofrece una actuación sólida y convincente como Belle, la taxista que sueña con ser campeona de carreras. Su Belle es un personaje complejo, una mujer independiente, astuta y con un corazón valiente. Jimmy Fallon, como el detective Andy, aporta un toque de humor absurdo a la trama, y aunque su interpretación puede resultar un poco forzada en ocasiones, es suficiente para mantener al espectador entretenido. La química entre Latifah y Fallon es notable, y su interacción crea momentos divertidos y dinámicos.

El guion, sin embargo, es donde la película se siente menos pulida. Si bien la premisa es interesante y la idea de una carrera de taxi al estilo de las carreras de Fórmula 1 es original, la trama carece de profundidad y la construcción de personajes es superficial. Las motivaciones de algunos personajes se sienten poco desarrolladas y la historia, en última instancia, se resuelve de manera predecible. Hay demasiados elementos innecesarios que desvían la atención del espectador de la trama principal. Se echa en falta una mayor exploración del mundo de Belle, de su pasado y de sus motivaciones más profundas.

A pesar de sus fallas en el guion, “Taxi: Derrape Total” es un entretenimiento accesible y divertido. Es una película para disfrutar en el cine, con acción trepidante y efectos visuales impresionantes. No es una obra maestra, pero sí una experiencia cinematográfica estimulante que cumple su cometido de ofrecer un espectáculo de acción visualmente deslumbrante. Es un buen ejemplo de cómo se puede adaptar un éxito internacional manteniendo la esencia de la historia, aunque añadiendo su propio sello distintivo.

Nota: 6/10