Teen Wolf (De pelo en pecho) (1985)

“Teen Wolf (De pelo en pecho)” es, en su esencia, una comedia adolescente que se aferra a un cliché juvenil muy bien conocido: el chico de repente se vuelve mitad animal, mitad humano. La película, estrenada en 2011, no pretende ser una reinterpretación profunda de la mitología del lobo, sino más bien un divertimento ligero y desenfadado, que a menudo, y de manera muy efectiva, cumple su cometido. El director Michael Kuhn, lejos de buscar una estética grandilocuente, opta por una estética visual sencilla, casi documental, que contribuye a la sensación de realismo en la transformación de Scott Howeler (Logan Lerman). La película se centra en las consecuencias de la mutación, más que en su origen, y en la forma en que ésta impacta en la vida social y deportiva de Scott, un adolescente normal que se ve repentinamente abrumado por sus nuevas habilidades.

La película brilla particularmente en su representación de la adolescencia. No se trata de un melodrama juvenil excesivo, sino de una exploración honesta de las inseguridades, las relaciones de amistad, los miedos y las aspiraciones típicas de un grupo de jóvenes. La dinámica entre Scott, Stiles (Dylan O'Brien), Lydia (Holland Roden) y Allison (Britt Robertson) es convincente y llena de momentos genuinamente cómicos. O'Brien, en particular, se erige como el corazón de la película con su caracterización de Stiles, un amigo leal, sarcástico y tremendamente inteligente. Su agudeza verbal y su capacidad para meterse en problemas son elementos esenciales del guion, que no se rehúsa a ser estúpido a veces, pero lo hace con un encanto que funciona a la perfección.

Sin embargo, la película no está exenta de fallos. El guion, aunque entretenido, a veces cae en clichés propios del género. La trama secundaria con la amenaza del Alpha Lobo (Rob Brown) se siente un poco descuidada y predecible. Además, la exploración de los poderes de Scott, aunque inicial y prometedora, se desvanece un poco en el desarrollo de la historia. La película se centra más en las secuencias de acción y persecución – que, debo reconocer, están bien coreografiadas y visualmente atractivas – que en la construcción de un mundo coherente y bien definido para el universo del lobo. No obstante, la interpretación de Lerman como Scott es sólida y transmite de manera efectiva el conflicto interno del protagonista, su miedo a perder el control y su deseo de ser aceptado.

En definitiva, “Teen Wolf (De pelo en pecho)” es una comedia adolescente juvenil que ofrece un entretenimiento ligero y, en ciertos momentos, sorprendentemente divertido. Es una película que no pretende revolucionar el género, pero que lo disfruta al máximo, con personajes entrañables, secuencias de acción ágiles y una dosis de humor irreverente. Si buscas una película para desconectar y pasar un rato agradable, es una opción recomendable. El elenco cumple con creces, y la película, a pesar de sus defectos, tiene un encanto particular que la hace memorable.

Nota: 6.5/10