Tenacious D: dando la nota (2006)

“Tenacious D: Dando la Nota” no es solo una película, es una experiencia. Una inmersión total en el universo caótico y profundamente irónico de Jack Black y Kyle Gass. Tras años de vivir en la sombra del estrellato fugaz de la banda, este documental autobiográfico, aunque revisado con licencia artística, nos revela un viaje improbable, lleno de sueños desmedidos, fracasos hilariantes y la persistencia inquebrantable de dos amigos obsesionados con alcanzar la cima del rock and roll. Más que una simple recopilación de momentos, la película funciona como un relato honesto, y sorprendentemente emotivo, sobre la amistad, la ambición y la búsqueda de un propósito.

La dirección de Brett Radley es magistral. Transmite una atmósfera vibrante, igual que la banda misma. La película no se limita a mostrar las actuaciones; se adentra en la mente de Black y Gass, explorando sus dudas, sus frustraciones y su incredulidad ante el éxito accidental que les brindó “Tribute”. Radley utiliza flashbacks, entrevistas y material de archivo para tejer una narrativa compleja y, a menudo, desorientadora –y eso es precisamente lo que hace que la película sea tan atractiva. La edición es dinámica, alternando entre escenas cómicas desopilantes y momentos de vulnerabilidad, manteniendo al espectador enganchado desde el primer minuto hasta el último.

Las actuaciones de Jack Black y Kyle Gass son, obviamente, el corazón de la película. Ambos actúan como si estuvieran en la cabina, interpretando, improvisando y compartiendo sus reflexiones con una naturalidad asombrosa. Black, en particular, se entrega por completo, exhibiendo un carisma contagioso y una capacidad innata para el humor absurdo. La película profundiza en la dinámica de la banda, revelando la tensión a veces tensa, pero siempre solidaria, que los une. Se entiende su incredulidad por el éxito, su frustración por no llegar a ser “la mejor banda de la Tierra” de la manera en que lo imaginaban, y su genuina alegría por haber logrado algo significativo a pesar de todo.

El guion, aunque basado en la experiencia de la banda, se toma libertades creativas que, en la mayoría de los casos, enriquecen la historia. La inclusión de personajes como JB (Jack Black) Jr., el hijo fantasioso, y la constante referencia a la leyenda del “Disco del Destino” añaden capas de humor surrealista. La película se toma en serio la idea de la mitología de la banda, presentando el disco como un objeto de poder que, al ser encontrado, puede cumplir los deseos de quien lo posea. La banda sonora, repleta de éxitos de Tenacious D, refuerza la atmósfera rockera y contribuye a la experiencia inmersiva. No obstante, la trama principal, aunque divertida, podría haber sido más enfocada, pero creo que la fuerza reside en la exploración de la amistad y la lucha por los sueños, más que en un argumento complejo.

Nota: 8/10