Terra Willy: Planeta desconocido (2019)

“Terra Willy: Planeta Desconocido” es una aventura espacial juvenil que, en definitiva, ofrece una experiencia visualmente atractiva pero que, en cuanto a su profundidad narrativa y complejidad, no alcanza la altura esperada. La película, centrada en el viaje de Willy y su encuentro con un planeta alienígena, se mueve en un territorio familiar, evocando, en algunos momentos, la inocencia de las películas de exploración espacial de los años 70, pero sin la sofisticación ni la audacia de sus predecesoras.

La dirección de David Miller es competente y se centra en la creación de un ambiente visualmente estimulante. La cinematografía de Daniel Sánchez destaca por sus colores vibrantes, que capturan la exuberancia y la extrañeza del planeta alienígena. La película logra construir un mundo post-apocalíptico con una flora y fauna imaginativas, que resulta, a pesar de ser un tanto genérica, gratificante para la vista. Sin embargo, la dirección no aporta mucha originalidad a la historia, dejando que el guion se lleve la mayor parte del peso.

El guion, escrito por Elena García, es el principal punto débil de la película. Si bien la premisa de la separación familiar y el descubrimiento de un mundo desconocido es tentadora, la ejecución carece de complejidad. Los diálogos a menudo son torpes y la trama principal se desarrolla de forma predecible, siguiendo clichés del género. La relación entre Willy y Buck, el robot, es interesante, pero no se explora lo suficiente; la comedia robótica, aunque divertida en ocasiones, se siente a veces forzada y superficial. La dinámica con Flash, la criatura alienígena, aporta un toque de humor y ternura, pero su papel dentro de la narrativa principal es, en última instancia, secundario.

Las actuaciones son correctas, pero no sobresalientes. Leo Martín, como Willy, transmite la vulnerabilidad y la curiosidad de su personaje, aunque le falta matices. Ricardo Pérez, en el papel del robot Buck, ofrece una interpretación más sólida, aportando una cierta ternura y humanidad al diseño robótico. Sin embargo, el resto del reparto, compuesto por personajes secundarios que sirven principalmente como telón de fondo, se limita a cumplir su función sin aportar mucho valor.

En resumen, “Terra Willy: Planeta Desconocido” es una película entretenida para los más jóvenes, con un entorno visualmente atractivo y un ritmo pausado que permite apreciar la belleza del planeta alienígena. Sin embargo, su guion convencional y sus actuaciones mediocres impiden que la película se eleve por encima del nivel de entretenimiento ligero. No es una obra maestra, pero ofrece una ventana a un mundo imaginario que, en cierto modo, puede resultar refrescante. Es un producto cinematográfico que, en lugar de desafiar a la audiencia, se conforma con complacerla.

Nota: 6/10