Terremoto (1974)

‘Terremoto’ (2016) es una película que, en su esencia, nos ofrece un drama post-apocalíptico, pero que, en realidad, es mucho más un estudio de personajes bajo la sombra de un evento catastrófico. Director M. Night Shyamalan, maestro de la sorpresa y la decepción, aquí nos entrega un thriller que, si bien no alcanza la brillantez de sus obras más tempranas, definitivamente genera inquietud y plantea preguntas interesantes sobre la responsabilidad, la pérdida y la vulnerabilidad humana. Shyamalan, lejos de explotar el clímax del desastre natural, se centra en las consecuencias emocionales y psicológicas de las personas que lo experimentan.

La película, situada en Los Ángeles tras un terremoto devastador, no se centra en la acción y los efectos especiales (aunque estos, para su época, sí son bastante convincentes). La dirección de Shyamalan es metódica, construyendo lentamente la tensión a través de las interacciones entre los personajes. La elección del escenario, un paisaje urbano en ruinas, es fundamental para transmitir el sentimiento de desolación y la sensación de que nada volverá a ser igual. La fotografía, oscura y con un uso frecuente del color sepia, acentúa la atmósfera opresiva y el sentimiento de desesperación. Sin embargo, a veces, esta estética puede resultar un poco excesiva, dificultando la inmersión del espectador.

El guion, en general, es sólido, aunque carece de la originalidad que podríamos esperar de Shyamalan. La historia, impulsada por el triángulo amoroso entre Stuart, Denise y Remy, es predecible, pero las actuaciones son donde la película realmente brilla. James McAvoy ofrece una interpretación convincente como Stuart Graff, un hombre atormentado por su pasado y dividido entre su deber y su deseo. Rosamund Pike, en el papel de Denise, transmite una vulnerabilidad palpable, y Olga Kurina, como Remy, logra que el espectador comprenda, aunque no necesariamente simpatice, con sus motivaciones. La película se beneficia de un reparto que, en su mayoría, entrega interpretaciones sólidas y creíbles.

El personaje de Lew Slade, interpretado por Ólafur Ólafsson, añade un elemento de misterio que se desarrolla a lo largo de la película. Su comportamiento, reservado y sospechoso, genera dudas sobre su lealtad y motiva al espectador a cuestionar cada uno de sus actos. Sin embargo, la trama principal, centrada en el romance prohibido entre Stuart y Denise, a veces se siente un tanto desapasionada y carente de la profundidad que la premisa podría haber ofrecido. La forma en que el guion lidia con las relaciones personales podría haberse profundizado, especialmente en el contexto de una tragedia tan grande.

En definitiva, ‘Terremoto’ es una película entretenida, aunque no especialmente innovadora. No es la obra maestra de Shyamalan, pero sí un thriller psicológico que explora las consecuencias de un desastre natural y las complejidades de las relaciones humanas. Es una película que invita a la reflexión sobre la responsabilidad individual frente a la catástrofe y el impacto duradero de los traumas.

Nota:** 6/10