Tess y su guardaespaldas (1994)

“Tess y su guardaespaldas” es una película que, a pesar de su premisa intrigante, termina siendo una experiencia cinematográfica notablemente frustrante. La película, dirigida por Roger Donaldson, intenta capitalizar el cliché del "guardaespaldas cansado" y la mujer poderosa e impredecible, pero, lamentablemente, no logra construir una relación convincente ni ofrece una exploración profunda de las complejidades emocionales que debería sustentar la narrativa.

El guion, escrito por Tom Berry, se basa en una idea prometedora: la tensión entre la pragmática y el cansancio de Doug Hugh (Nicolas Cage) y la exuberancia, e incluso la agresividad, de Tess Carlisle (Diane Lane). Sin embargo, la ejecución resulta torpe y recurrente a situaciones artificiales. Los diálogos son a menudo expositivos y carecen de la chispa que podría haber dado vida a la relación. Se intenta generar humor, pero las bromas no son del todo exitosas y a veces resultan propias de una comedia de situación de bajo presupuesto. Las subtramas, como el misterio envuelto en la muerte de su esposo, se introducen sin un propósito claro y contribuyen a diluir el enfoque principal de la historia. La película se siente, en muchos momentos, como si estuviera construyendo hacia un evento inesperado que nunca realmente llega a ser satisfactorio.

Diane Lane, como Tess Carlisle, ofrece una actuación magistral, lo que a menudo salva a la película de un completo fracaso. Ella logra transmitir la personalidad caótica, manipuladora y, en última instancia, trágica de Tess de una manera que resulta cautivadora y, a veces, perturbadora. Su carisma es innegable, y captura la esencia de una mujer que se considera superior a los demás, incluso a las reglas que gobiernan su propia vida. Sin embargo, la actuación de Cage, si bien competente, no alcanza el mismo nivel de intensidad. Su Doug Hugh se siente como un personaje plano, definido principalmente por su cansancio y su necesidad de escapar de Tess, sin desarrollar una profundidad emocional real. La química entre ambos actores, crucial para el éxito de la película, se siente superficial y poco convincente.

En cuanto a la dirección de Donaldson, se percibe un esfuerzo por crear una atmósfera tensa y misteriosa, pero la película carece de un estilo visual distintivo. Las escenas de acción, escasas pero presentes, son manejadas con una cierta frialdad y no logran generar un impacto emocional real. El ritmo es irregular, con momentos de suspense interrumpidos por escenas que parecen desconectadas de la trama principal. La película se esfuerza por mantener el espectador intrigado, pero termina siendo más confusa que emocionante.

En definitiva, “Tess y su guardaespaldas” es una decepción. Presenta ideas interesantes, pero falla en su ejecución, resultando en una película mediocre que no logra conectar con el público. La actuación de Diane Lane es un respiro, pero no es suficiente para salvar la película de su falta de sustancia y dirección.

Nota: 5/10