La familia Addams (2019)

“La familia Addams” es una deliciosa y sorprendentemente conmovedora relectura del icónico material animado, que consigue reinventar una fórmula que parecía agotada. Tim Burton, como director y guionista, no solo retoma el estilo visual gótico y macabro que define su sello, sino que también se atreve a profundizar en las motivaciones detrás de la peculiaridad de esta familia y a explorar una narrativa que, inicialmente, podría parecer simple, pero que revela capas de significado y, quizás, una inesperada dosis de humor agridulce.

El guion, en manos de Burr Steers, va más allá de la mera persecución y el caos inherente a la trama. Se centra en la relación entre Gomez y Morticia Addams, la base inestable y fascinante de su peculiar existencia. La amenaza de la estrella televisiva, Margaux Needler, no es simplemente un antagonista caricaturesco; es una representación de la superficialidad y la ambición desenfrenada que deshumaniza el mundo moderno. La lucha de la familia Addams es, por lo tanto, una defensa de la autenticidad, del amor incondicional y de la importancia de abrazar la individualidad, incluso si eso significa ser considerados “extraños”. Hay momentos, especialmente en las interacciones entre Gomez y Morticia, que son verdaderamente poéticos y llenos de un humor negro que solo Burton puede dominar.

Las actuaciones son sobresalientes en todos los niveles. Jared Leto, en el papel de Gomez Addams, ofrece una interpretación carismática y exuberante, perfeccionando la persona excesiva, teatral y profundamente enamorada de su esposa. Ana de Armas, como Morticia Addams, logra un equilibrio perfecto entre la elegancia, la frialdad y una ternura subyacente que sorprende. Las jóvenes Jenna Ortega y Pepi Midgley, como Wednesday y Pati Nussbaum, respectivamente, son memorables, aportando una frescura y un toque de inocencia a la dinámica familiar. La banda sonora de Danny Elfman, como siempre, es un componente esencial, elevando la atmósfera y sumergiéndonos en el universo de la familia. Su música, mezcla de melodías inquietantes y canciones pegadizas, refleja a la perfección la idiosincrasia de los personajes.

Visualmente, la película es un festín para los ojos. Burton construye un mundo rico en detalles, utilizando colores oscuros y saturados, una fotografía inquietante y una dirección de arte impecable. Cada escena, desde la mansión Addams hasta las fiestas macabras, está cuidadosamente diseñada para crear una atmósfera única y reconocible. Aunque se inspira en los dibujos originales, la película logra evolucionar visualmente, utilizando efectos especiales de manera sutil y elegante, evitando la sobreexposición. La estética gótica se mantiene, pero con un toque más moderno y accesible, logrando conectar con un público más amplio.

En definitiva, “La familia Addams” es una joya inesperada que trasciende las expectativas y se convierte en una película entrañable y divertida, con un mensaje que resuena con fuerza en la actualidad. Es un homenaje al extraño, a lo diferente y a la importancia de la familia, independientemente de cómo se defina.

Nota: 8.5/10