The Afflicted (2011)

“The Afflicted” no es una película para encontrarla fácil. Es un ejercicio visceral y deliberadamente incómodo de terror psicológico que busca erosionar la calma del espectador desde el primer minuto y no cede ni una sola gota. La dirección de David Webb y Mark Dunlea logra crear una atmósfera de opresión, un peso constante sobre los hombros del público, que se intensifica progresivamente a medida que la historia se desarrolla en un paisaje rural, desolado y lúgubre. La fotografía, oscura y con un uso efectivo del contraste, acentúa la sensación de aislamiento y decadencia que impregna la trama.

El guion, sin ser complejo en su estructura, posee una fuerza inquietante en su simplicidad. Se centra en la disfuncionalidad de una familia que se desmorona ante el horror. La presencia de la pesadilla recurrente de la hija, interpretada con una vulnerabilidad conmovedora por Elsie Moss, es la semilla de toda la locura. La película se construye lentamente, utilizando el miedo no tanto a los sustos repentinos, sino a la incertidumbre y a la amenaza constante que se cierne sobre los personajes. La justificación, o la aparente justificación, para el comportamiento violento de la madre (Leslie Easterbrook) se presenta de una manera que, aunque perturbadora, es lo suficientemente ambigua como para provocar dudas y reflexión.

Kane Hodder, conocido por su trabajo en las películas de Jason Voorhees, ofrece una actuación especialmente efectiva como la entidad sobrenatural que atormenta a la familia. No se trata de un imitador de horror; Hodder infunde a este personaje con una cualidad palpable de malignidad, una ambigüedad moral que lo convierte en un adversario más inquietante que amenazante. La interacción entre Hodder y la familia es tensa y claustrofóbica, alimentando la sensación de desesperación. Michele Grey Hartsoe también brilla en su papel, aportando una intensidad emocional que complementa las interpretaciones de sus compañeros. Su personaje, aunque secundario, se convierte en un catalizador clave para el horror general.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. El ritmo, en ocasiones, es un poco irregular, y algunos flashbacks podrían haber sido más integrados en la narrativa principal. Asimismo, la resolución, aunque satisfactoria en cierto sentido, podría considerarse un poco rápida y simplificada después de la tensión construida a lo largo de la película. A pesar de estas pequeñas fallas, “The Afflicted” es una experiencia de terror bien elaborada, que se beneficia enormemente de las interpretaciones sólidas y del ambiente opresivo que consigue crear. Es una película que se queda con el espectador mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar, dejando una sensación persistente de inquietud.

Nota: 7/10