The Apprentice (La historia de Trump) (2024)

“The Apprentice: The Donald Trump Story” no es una biografía en el sentido tradicional. Es, antes bien, un estudio de carismática corrupción, una disección de cómo se forja un ícono mediático a partir de la manipulación y la ambición descontrolada. La película, dirigida por Bob Yarik, se centra en los años 70, en el Nueva York salvaje y en la figura tutelar de Roy Cohn, el abogado de Frank Sinatra y, en este caso, el arquitecto de la personalidad “Trump”. Yarik se atreve a explorar la transformación de un joven Donald, un hijo segundo algo torpe y ambicioso, en el magnate imponente que conocemos, y lo hace con una honestidad brutal que, en última instancia, resulta inquietante.

La película no intenta ser una defensa ni una crítica. Simplemente presenta un relato cronológico de los primeros años de Trump, donde su relación con Cohn es el núcleo central. La dirección es competente y, a veces, incluso sorprendentemente efectiva en la creación de atmósferas claustrofóbicas y decadentes. El vestuario y la puesta en escena evocan la época, transmitiendo la sensación de un Nueva York a punto de explotar, un lugar donde la moral se diluye en el ruido y la búsqueda implacable del poder. Sin embargo, la película podría haber sido más audaz en su exploración del tema de la manipulación, optando por un enfoque menos contemplativo y más provocador. El ritmo, a veces, es pausado, casi como si estuviera esperando a que el espectador se sumerga en la oscuridad de la narrativa.

Las actuaciones son sólidas, especialmente la de Timothée Chalamet como joven Donald Trump. Chalamet no busca imitar la personalidad de Trump, sino capturar su vulnerabilidad inicial, su inseguridad subyacente y su capacidad para ser moldeado. Está increíblemente convincente en su evolución, mostrando cómo un chico de negocios prometedor se transforma en un hombre dispuesto a cruzar cualquier línea para conseguir su objetivo. El papel de Ray Liotta como Roy Cohn es, sin duda, el más memorable. Liotta ofrece una interpretación aterradora y persuasiva, transmitiendo la frialdad, el cinismo y la implacabilidad del abogado. Su Cohn es un personaje complejo, un ser moralmente ambiguo que, a pesar del mal que hace, parece ser inescrutable. No hay remordimientos en su rostro, solo una fría determinación para controlar y manipular.

El guion, aunque carece de momentos brillantes, es funcional. Ofrece un relato claro de los eventos clave en la vida de Trump en esa época, centrándose en el proceso de aprendizaje y la formación de su personalidad. Sin embargo, el guion podría haber profundizado más en las motivaciones internas de Trump, explorando en mayor detalle el conflicto entre su deseo de aprobación y su ambición. A veces, la película se limita a mostrar, en lugar de explicar, lo que está sucediendo. La ausencia de diálogos más mordaces y una mayor atención a las escenas de tensión emocional son las principales debilidades del guion. A pesar de estas carencias, la película cumple su cometido principal: presentar un retrato de cómo se crea una leyenda, aunque sea una legendaria y, por muchos aspectos, inquietante.

Nota: 6.5/10