The Bad Batch (2017)

“The Bad Batch” (El Escuadrón Perseguido) no es una película que impresione por efectos especiales grandilocuentes o una trama vertiginosa. Se trata de un western postapocalíptico, más bien un thriller psicológico, que se aferra a la atmósfera y a la construcción de personajes, logrando un impacto considerable a pesar de sus modestas ambiciones técnicas. La película, dirigida por el experimentado James Lee Hardwick (conocido por su trabajo en el cine independiente), se ancla en el árido paisaje del desierto de Texas, un entorno que rápidamente se convierte en un personaje más. La fotografía, cuidada y con una paleta de colores apagados, refleja la desesperación y la soledad que impregnan la historia. La luz dorada del atardecer y las sombras alargadas evocan una sensación constante de amenaza y vulnerabilidad.

El guion, en su esencia, es notablemente sencillo pero efectivo. No intenta complicarse con subtramas innecesarias, centrando su atención en la relación entre Arlen (interpretada con una fuerza silenciosa por Hannah Einbinder) y la niña, Lyra (interpretada por la igualmente sorprendente Elsie Ingram). La química entre las dos actrices es el corazón palpitante de la película. La actuación de Einbinder es especialmente contundente, transmitiendo a través de miradas y gestos la frustración, el dolor y la esperanza de una mujer marginada que lucha por encontrar un lugar en un mundo cruel. La ingenuidad y la inocencia de Lyra contrasta brutalmente con la experiencia de Arlen, creando un dinámico y a veces inquietante juego de contrastes.

La película se enfrenta a desafíos inherentes a su escala y presupuesto. A pesar de ello, Hardwick logra mantener el interés del espectador gracias a su dirección meticulosa. La tensión se construye gradualmente, no a través de persecuciones frenéticas, sino a través de la atmósfera opresiva y las decisiones que Arlen debe tomar. El conflicto moral que enfrenta la protagonista, atrapada entre la necesidad de proteger a Lyra y la posibilidad de seguir adelante a toda costa, es lo que realmente le da peso a la narrativa. La película plantea preguntas complejas sobre la moralidad, la supervivencia y el precio del amor, sin ofrecer respuestas fáciles. Se deja que el espectador, al igual que Arlen, se cuestione si las acciones que ella ejecuta son justificables en medio de una situación extrema.

Sin embargo, es cierto que el ritmo puede ser un poco lento para algunos espectadores. La película no está hecha para aquellos que buscan acción desenfrenada. Es una película que se disfruta mejor si se permite que la atmósfera y la construcción de personajes hagan su magia. El resultado final es una obra de arte melancólica, que trasciende la categoría de simple entretenimiento y que permanece en la memoria por la fuerza de sus imágenes y la profundidad de sus personajes. Es una película que invita a la reflexión y que, con suerte, inspirará debates sobre la naturaleza humana.

Nota: 7.5/10