The Beach Bum (2019)

“The Beach Bum” de Andrew Turman no es una película que se olvida fácilmente, aunque su popularidad inicial no refleje una trascendencia cinematográfica profunda. La película, que se sumerge en la vida bohemia y errante de Moondog (Foster Irving), un buscador de sensaciones alcohólico y sin rumbo fijo, es una oda a la inmundicia existencial y a la búsqueda de la felicidad en las pequeñas cosas. Turman nos presenta un protagonista complejo, un tipo que es, al mismo tiempo, increíblemente irritante y profundamente simpático. Foster Irving, con su barba desgreñada y su mirada alucinada, logra construir un personaje que, a pesar de sus excesos, genera una conexión con el espectador.

La película transcurre a lo largo de un verano en Florida, siguiendo el desordenado itinerario de Moondog, que busca refugio en fiestas, bares y, en última instancia, en la compañía de Shelby (Uma Thurman), una escritora en crisis creativa. La dirección de Turman es notablemente relajada, casi cinematográfica de “guerrilla”, capturando la esencia misma de la vida errante. La banda sonora, vibrante y llena de ritmos del sur, se integra a la perfección con la atmósfera hedonista que la película irradia. Sin embargo, a veces esta relajación se acerca a la languidez, lo que puede resultar en una narrativa un tanto difusa, carente de un ritmo estricto. No es que la película carezca de pulso, sino que ese pulso se mantiene velado, a veces opaco.

La actuación de Uma Thurman es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Ella aporta una elegancia natural a Shelby, elevando la caracterización más allá de lo que se espera de un personaje secundario. Su presencia en pantalla genera un equilibrio interesante con la torpeza y el caos de Moondog. El resto del elenco, compuesto por personajes coloridos y excéntricos, contribuye a la riqueza visual y narrativa de la película, aunque algunos de ellos carecen de la profundidad que se podría haberles dado. La comedia, en general, es una comedia de caridad, que se basa en situaciones incómodas y reacciones exageradas, lo que a veces resulta un poco forzado.

El guion, a pesar de sus momentos brillantes y divertidos, presenta algunas inconsistencias en la construcción de la trama. Los motivos de Moondog para sus acciones no siempre están claros, y la resolución, aunque evocadora, resulta algo abrupta. La película, en su esencia, se plantea como una reflexión sobre la fugacidad de la vida y la búsqueda de significado en un mundo cada vez más superficial. Aunque esta idea se expone con convicción, la ejecución no siempre es la más brillante. “The Beach Bum” tiene un potencial para ser una comedia existencialmente profunda, pero se queda en una superficie atractiva y a veces desconcertante. Es una película que se disfruta más por su ambiente y sus personajes que por su mensaje.

Nota: 6/10