The Better Angels (2014)

“The Better Angels” no es una película para todos, y es precisamente esa característica la que la convierte en una experiencia cinematográfica memorable, aunque desafiante. A.J. Edwards, apoyado por el legendario Terrence Malick, nos entrega un retrato íntimo y profundamente melancólico de la infancia de Abraham Lincoln, lejos de la grandeza que alcanzaría más tarde. La película no busca glorificar al futuro presidente, sino desenterrar la fragilidad humana que se escondía bajo su fachada de hombre público.

Edwards, como colaborador habitual de Malick, imprime una sensibilidad visual que recuerda a los trabajos anteriores del maestro. El film está lleno de imágenes deslumbrantes, de una belleza agreste y contemplativa, capturadas con una estética que privilegia la atmósfera y el estado de ánimo sobre la narración directa. La fotografía, a cargo de Emmanuel Lubezki, es, de nuevo, espectacular, inundando la pantalla con luz natural y creando un halo de misterio alrededor de los personajes y sus experiencias. La banda sonora, compuesta por el propio Malick, se integra de forma magistral, acentuando la sensación de soledad y la fuerza de las emociones.

La película se centra en dos mujeres, Mary y Nancy, figuras femeninas complejas y enigmáticas que marcan la vida de un joven Lincoln. Mary, interpretada con una belleza silenciosa y una profunda tristeza por Rachel Hurd, es una mujer de la naturaleza, conectada con la tierra y con una sabiduría ancestral. Nancy, encarnada por Jena Malone, aporta una energía más salvaje y rebelde, representando el espíritu inquieto que, en cierto modo, también define a Lincoln. Las interpretaciones son, en su totalidad, cautivadoras. Si bien no esperamos diálogos agudos o discursos grandilocuentes, la química entre los actores y su capacidad para transmitir sentimientos complejos a través de la mirada y el gesto son sobresalientes. No se trata de actuaciones grandiosas, sino de una honestidad y una vulnerabilidad que se quedan grabadas.

Sin embargo, “The Better Angels” no está exenta de defectos. El guion, a pesar de su belleza poética, a veces se siente sobrecargado de simbolismo y de momentos contemplativos que pueden resultar lentos o incluso frustrantes para algunos espectadores. La falta de una narrativa lineal clara puede dificultar la comprensión de los eventos y las motivaciones de los personajes. Si bien la película invita a la reflexión y a la interpretación personal, podría beneficiarse de una mayor claridad en la presentación de los elementos centrales de la historia. Se siente como un poema largo, hermoso pero que requiere paciencia y predisposición. La película parece enfocarse más en la construcción de un estado emocional que en el desarrollo de la trama, lo que puede resultar en un ritmo irregular.

En definitiva, "The Better Angels" es una película visualmente impresionante, emocionalmente resonante y profundamente personal. Es una exploración del origen de la fortaleza de Lincoln, pero también de su vulnerabilidad. No es un melodrama convencional, sino una meditación sobre la naturaleza humana, el dolor y la búsqueda de significado. Si se aborda con la mente abierta y la disposición a dejarse llevar por su ritmo contemplativo, puede resultar una experiencia cinematográfica transformadora.

Nota: 7/10