The Boys & Girls Guide to Getting Down (2007)

“The Boys & Girls Guide to Getting Down” es mucho más que una simple comedia sobre citas. Es una observación agridulce y, a menudo, desconcertante sobre la cultura de las citas, la búsqueda de la conexión y la inevitabilidad del desengaño en la vibrante pero a veces vacía escena de Los Ángeles. La película, dirigida con un ingenio rápido y una sensibilidad palpable por Jake Kasdan, se aparta de la comedia romántica convencional, optando por una narrativa que es deliberadamente irónica y que utiliza una estructura poco ortodoxa que, inicialmente, puede resultar desconcertante pero que finalmente recompensa al espectador que se deja llevar.

La película no se basa en una trama lineal. En lugar de centrarse en un solo protagonista, nos presenta una serie de encuentros, cada uno con sus propias dinámicas y resultados. La estructura, que se asemeja a una serie de "episódicos" o memorias, es la pieza central de la película. A través de la voz en off de un narrador anónimo (con una interpretación magistral de Kristen Stewart), se nos ofrecen fragmentos de las noches de diversos grupos de amigos, acompañados de tablas de datos sobre consumo de alcohol, patrones de comportamiento y resultados de las citas. Esta forma narrativa, a veces incluso aleatoria, nos permite reflexionar sobre la naturaleza efímera de las conexiones y la forma en que la búsqueda de una "gran noche" a menudo se reduce a una sucesión de decisiones impulsivas y resultados impredecibles.

Las actuaciones son excepcionalmente sólidas. Sophie Holland y Brady Hepner, como los protagonistas, logran transmitir la vulnerabilidad y la desesperación de aquellos que buscan desesperadamente validación en un mundo donde las expectativas son altas y el amor verdadero parece esquivo. Sin embargo, las interpretaciones secundarias son igual de memorables. Cada personaje, incluso aquellos que solo aparecen brevemente, está cuidadosamente construido y se siente auténtico. La película evita los estereotipos y presenta una galería de personajes complejos, con defectos y aspiraciones.

La dirección de Kasdan es impecable. Utiliza un ritmo frenético que refleja la energía de las fiestas de Los Ángeles, pero también momentos de quietud contemplativa para contrastar y enfatizar la fragilidad emocional de los personajes. El uso de la música es particularmente efectivo, elevando la tensión y creando atmósferas específicas para cada escena. El trabajo de la cinematografía, con sus colores saturados y su encuadre dinámico, refuerza el estilo visual característico de la película. No obstante, a veces el exceso de información en la voz en off, que intenta explicar los motivos detrás de las decisiones de los personajes, puede ser un tanto abrumador y diluir la experiencia cinematográfica.

“The Boys & Girls Guide to Getting Down” es una película provocadora que no ofrece respuestas fáciles. No glorifica el consumo de sustancias ni las relaciones superficiales, sino que las expone como un reflejo de la inseguridad, la ansiedad y la desesperación que sienten muchos jóvenes en la búsqueda de la felicidad. Es una película que, a pesar de su estilo poco convencional, se queda en la memoria por su honestidad, su humor y su capacidad para capturar la esencia de una época.

Nota:** 7.5/10