The Bridge (2006)

“The Bridge” (Puente), dirigida por Alejandro González Iñárritu, no es una película fácil de ver, ni tampoco está destinada a serlo. Es una inmersión profunda, casi dolorosa, en el proceso de pérdida y en las motivaciones ocultas que impulsan a individuos a tomar decisiones extremas. La película no intenta ofrecer respuestas fáciles ni simplificar la complejidad del suicidio; más bien, se presenta como una radiografía de la desesperación, pintada con una paleta emocional sombría y una atmósfera palpable de angustia.

La narrativa, construida sobre la premisa de seguir a 24 personas que se lanzaron desde el Puente Golden Gate en 2004, no se desarrolla en línea temporal. En cambio, Iñárritu opta por un enfoque fragmentado, presentando a personajes individuales a lo largo de un período de tiempo, y luego entrelazando sus historias con sutileza. Este montaje no es una elección casual; refleja precisamente el caos mental y la desorientación que a menudo preceden a una acción tan drástica. La película no se centra en el acto de saltar en sí mismo, sino en los momentos que llevaron a esa decisión, los traumas pasados, las relaciones fallidas y los miedos persistentes que corroen la psique.

Las actuaciones son, en su mayoría, excepcionales. Gabriel Byrne, como el detective Harry McPherson, es particularmente notable. Su personaje, un policía atormentado por sus propios demonios, se ve obligado a navegar por los fragmentos de vida de los saltadores, buscando patrones y, quizás, una comprensión que nunca llegue. La película no solo se enfoca en los personajes que salieron del puente, sino que también explora el impacto que sus acciones tienen en aquellos que quedan atrás. Las relaciones familiares, las amistades y los vínculos emocionales se presentan con una honestidad brutal, resaltando la pérdida y el dolor colectivo.

La dirección de Iñárritu es, como siempre, impecable. El uso del color, la iluminación y el sonido contribuyen a crear una atmósfera opresiva y claustrofóbica. La planificación de las tomas es meticulosa, buscando detalles que revelen la vulnerabilidad y la desesperación de los personajes. La película emplea la técnica del "found footage" de forma sutil pero efectiva, insertando imágenes y sonidos de la investigación policial, aumentando la sensación de intrusión y de dolor. Sin embargo, a veces, la densidad de la narrativa puede resultar abrumadora, y la falta de una estructura lineal clara puede frustrar a algunos espectadores.

En última instancia, "The Bridge" es una película profundamente inquietante, que desafía al espectador a enfrentarse a temas difíciles y a la naturaleza de la empatía. No ofrece soluciones fáciles ni consuelo, pero sí invita a la reflexión sobre la fragilidad de la vida y la importancia de las conexiones humanas. Es una obra ambiciosa y perturbadora, que permanecerá con el espectador mucho después de que las luces del cine se apaguen.

Nota: 7.5/10