The Christmas Candle (2013)

“The Christmas Candle” (La Vela de Navidad) no es una película que provoque expectación; es una que se disfruta con la calidez de una chimenea encendida y una taza de chocolate caliente. Se trata de un drama de época con un toque de misterio y magia, un cuento de hadas moderno que, a pesar de no romper con las convenciones del género, logra sumergirte en un ambiente rural y nostálgico. La película, dirigida con delicadeza por Michael Pearce, se centra en la comunidad de Gladsbury, una pequeña aldea inglesa que se prepara, cada veinticinco años, para la llegada del ángel que presagia la Navidad. La esencia del relato reside en la leyenda de la vela, un objeto que concede milagros a aquellos que son iluminados por su luz.

La trama se centra en la llegada de David Richmond (Hans Matheson), un joven y enigmático sacerdote que interrumpe la tradición. Su presencia, cargada de dudas y una melancolía palpable, genera un aura de desconfianza en la comunidad, que, de repente, se ve privada de la vela. Este simple cambio desencadena una investigación y un conflicto interno que expone las creencias, los secretos y las frustraciones de cada uno de los habitantes. La película se mueve a un ritmo pausado, permitiendo que el espectador se familiarice con los personajes y la atmósfera. El director se centra en los detalles visuales, en la belleza de los paisajes rurales y en la luz, elemento central de la narrativa. La fotografía es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película, capturando la nieve, la niebla y los colores apagados de la época.

Matheson ofrece una actuación convincente como David, transmitiendo la intensidad de su conflicto interior. No es un ángel de la guarda convencional; es un hombre atormentado por su pasado y desilusionado con la fe. Las interpretaciones de los secundarios son sólidas, con especial mención a la actriz que interpreta a la anciana Elsie, una figura clave que encarna la sabiduría y la nostalgia de la comunidad. El guion, escrito por Jack Davies, se adhiere a la estructura narrativa clásica del drama de época, pero lo hace con una sensibilidad y un respeto por los personajes que evitan caer en clichés. La trama, aunque sencilla en su planteamiento, presenta giros inesperados y preguntas sobre la naturaleza de la fe, la redención y el poder de la esperanza. El guion carece de momentos realmente impactantes, pero la atmósfera de misterio y la evolución de los personajes mantienen el interés hasta el final.

En definitiva, “The Christmas Candle” es una película melancólica y contemplativa, que se presta a la reflexión. No es una obra maestra, pero sí un relato agradable y evocador sobre la magia de la Navidad y la importancia de creer. La película, aunque no intenta impresionar, logra crear una experiencia cinematográfica cálida y conmovedora, ideal para disfrutar durante las fechas navideñas. La película se queda corta en el desarrollo de algunos personajes y en la resolución de ciertos elementos de la trama, pero su atmósfera particular y sus actuaciones sólidas la convierten en una opción recomendable para aquellos que buscan un drama de época con un toque de fantasía.

Nota: 6.5/10