The Courier (2012)

“The Courier” es una película que, si bien no es una obra maestra trascendental, logra ser un entretenimiento sólido y una interesante reflexión sobre el heroísmo anónimo. Dirigida por Courtenay Tyrell, la película se centra en la figura de Brian Miller, un hombre ordinario que se ve arrastrado a un conflicto mucho más grande de lo que jamás imaginó, convirtiéndose en un mensajero crucial en una encrucijada de la Guerra Fría. La película se siente en muchos momentos como una película de acción de los 70, con un estilo visual que evoca esa época y una banda sonora que acentúa la tensión, pero logra mantener una elegancia narrativa que le evita caer en la mera parodia.

La dirección de Tyrell es competente, y se nota que ha investigado a fondo el contexto histórico. La película logra recrear el ambiente de paranoia y desconfianza de la época, con escenas de persecución y espionaje que son visualmente impactantes, especialmente considerando el presupuesto limitado. Hay una cierta torpeza en algunos momentos de montaje, particularmente en las largas secuencias de persecución, que podrían haberse simplificado para un mayor impacto, pero, en general, la dirección está bien calibrada y mantiene el ritmo de la historia en movimiento.

El actor Benedict Cumberbatch ofrece una actuación formidable como Brian Miller. No se trata de un personaje que necesite mucho dramatismo; su grandeza reside en su sencillez y en su valentía. Cumberbatch consigue transmitir la vulnerabilidad de un hombre al que se le obliga a tomar decisiones imposibles, a asumir riesgos inimaginables. Evita caer en la sobreactuación, ofreciendo una interpretación naturalista y convincente que es el corazón de la película. La química entre Cumberbatch y Rachel Brosangon (interpretando a la agente del MI6, Sarah Armstrong) es palpable y añade una capa de sutileza a la narrativa.

Sin embargo, el guion es donde la película tiene sus mayores fortalezas y debilidades. La historia, aunque basada en hechos reales, se siente un tanto simplificada. Se sacrifican algunos detalles para dar prioridad al drama y a la acción, lo que resulta en una trama a veces predecible. La construcción del personaje de Miller, en particular, podría haberse profundizado más para explorar sus motivaciones y su evolución. A pesar de estas carencias, la película aborda temas relevantes como el sacrificio personal, la moralidad en tiempos de guerra y la búsqueda de la verdad, invitando a la reflexión. La escritura es elegante y directa, sin florituras innecesarias, un punto a favor que compensa algunas de sus limitaciones.

En definitiva, "The Courier" es un thriller de espías entretenido y bien actuado, con un ambiente evocador y una banda sonora sólida. No es una película que cambiará tu perspectiva del mundo, pero sí te mantendrá enganchado hasta el final. Es un ejemplo de cómo se puede hacer un buen thriller con recursos limitados y, sobre todo, con una dirección y un actor principal excepcionales.

Nota: 7/10