The Day We Met (2009)

“The Day We Met” es una película que no busca revolucionar el cine, sino que se concentra en la quietud de un momento, en la belleza de la memoria y en la fuerza sutil de las emociones reprimidas. La película, dirigida por Karim El-Demyan, se sitúa en el bullicioso Cairo, y a pesar de la energía que emana la ciudad, logra crear una atmósfera de introspección y melancolía, lo que, en mi opinión, es su mayor fortaleza.

La película no se centra en una trama compleja, sino en el reencuentro de Youssef (interpretado con una notable sensibilidad por Mahmoud Hemida) con Lebleba (Ola Ghanem), una antigua amor con quien comparte un pasado lleno de promesas no cumplidas. La dirección de El-Demyan se centra en los detalles: el juego de luces, el sonido ambiente, la mirada entre los personajes, todo contribuye a construir una sensación de nostalgia palpable. No recurre a clichés ni a melodramas exagerados, sino que se basa en la observación y en la sutileza.

La química entre Hemida y Ghanem es, sin duda, el corazón de la película. Ambos actores ofrecen interpretaciones impecables, logrando transmitir la complejidad de sus sentimientos con una naturalidad que es admirable. La relación entre Youssef y Lebleba no se presenta como un renacimiento romántico inmediato; la película explora las dudas, los miedos y las consecuencias de abrir una puerta que se creía cerrada para siempre. La actuación de Ola Ghanem es particularmente destacada; logra dar vida a Lebleba como una mujer marcada por el tiempo pero aún conserva una chispa de esperanza y un profundo anhelo. Ahmed Azmy, aunque con un papel relativamente secundario, aporta un matiz de reflexión moral a la historia, actuando como la conciencia silenciosa del protagonista.

El guion, escrito por Omar Imam, es sencillo pero efectivo. Evita los clichés de las historias de amor y se centra en la exploración del 'qué hubiera sido si...' La película se basa en un diálogo interno constante en los personajes, transmitiendo sus pensamientos y emociones a través de miradas, gestos y breves conversaciones. No hay momentos grandiosos ni escenas de acción, pero la película logra crear una conexión emocional con el espectador, invitándole a reflexionar sobre sus propios recuerdos y arrepentimientos. El ritmo es pausado, deliberado, lo que permite al espectador sumergirse en el mundo de la película y conectar con los personajes a un nivel emocional profundo. La banda sonora, integrada sutilmente en la narrativa, acentúa aún más la atmósfera melancólica y reflexiva de la película.

En definitiva, “The Day We Met” es una película que celebra la belleza de la memoria, la complejidad del amor y la importancia de no dejar que el pasado nos defina. No es una película para todos los gustos, dada su lentitud y su enfoque en la introspección, pero para aquellos que buscan una historia conmovedora y bien actuada, es una experiencia cinematográfica recomendable. Es un pequeño tesoro de la cinematografía egipcia, que trasciende las fronteras de su país de origen.

Nota: 7/10