The Doorman (2020)

“The Doorman” es un thriller de acción y suspense con reminiscencias de películas como “El Profesional”, pero que, lamentablemente, no logra alcanzar la misma sofisticación ni la misma profundidad emocional. La premisa, una mujer traumatizada por la guerra que se encuentra con una familia aparentemente normal en el corazón de Nueva York y que se ve envuelta en un peligroso complot, tiene un potencial considerable. Sin embargo, la película se ve obstaculizada por una ejecución que, en general, resulta un tanto plana y predecible.

La dirección de Bart Freundlich es competente, manejando el ritmo de la historia con cierta eficacia y creando momentos de tensión genuina. Utiliza planos y ángulos que funcionan bien en el desarrollo de la intriga, pero carece de una personalidad distintiva. El uso de la iluminación, a menudo oscura y contrastada, contribuye a la atmósfera sombría, pero no se convierte en un elemento visualmente memorable. Es una dirección funcional, que cumple su cometido pero no inspira ni deslumbra. El uso del sonido, en particular el diseño sonoro, resulta más efectivo que la propia imagen, creando una sensación de inquietud y anticipación.

Las actuaciones son un punto fuerte indudable de la película. Rebecca Ferguson, en el papel de Grace, la protagonista, ofrece una interpretación magnética y convincente. Su personaje, marcado por el trauma y la desconfianza, evoluciona de forma creíble a medida que se abre a la familia a la que se une. Ferguson no se limita a interpretar una heroína de acción; aporta una vulnerabilidad y una complejidad psicológica que elevan la actuación y conectan al espectador con la historia. También Destaca a Michael Shannon como el misterioso Doorman, un personaje cuya ambigüedad inicial se mantiene hasta el final, aunque su interpretación a veces se siente un poco teatral y forzada. La química entre Ferguson y Shannon es palpable, y sus interacciones son el corazón emocional de la película.

El guion, sin embargo, es donde la película más se desvanece. Si bien la trama principal es interesante, el desarrollo de los personajes secundarios es superficial y las motivaciones de los antagonistas, aunque bien planteadas inicialmente, no se exploran en profundidad. Las escenas de acción, aunque decentes, se sienten ocasionalmente exageradas y gratuitas, perdiendo parte del suspense que se había construido. El pacing, por momentos, es irregular, alternando entre momentos de tensión y otros de calma que interrumpen el flujo narrativo. El desarrollo de la trama principal, en su vertiente romántica, también se siente poco desarrollado y, en última instancia, predecible. Se podría haber explorado la evolución del personaje de Grace con mayor detalle, profundizando en el impacto de su pasado en sus relaciones y decisiones.

A pesar de sus fallas, “The Doorman” ofrece un entretenimiento decente, con una protagonista carismática y momentos de suspense bien construidos. No es una obra maestra, pero compensa con su atmósfera general y con la buena interpretación de Rebecca Ferguson. Es una película que, afortunadamente, no alcanza los niveles de banalidad a la que podría haber caído, ofreciendo al menos una experiencia cinematográfica aceptable.

Nota: 6/10