The East (2013)

“The East” (El Oriente) es una propuesta cinematográfica intrigante y, en última instancia, frustrante. Dirigida por Mike Leigh, la película se aferra a una premisa fascinante sobre la infiltración de una trabajadora corporativa en un grupo ecologista radical, pero se ve obstaculizada por una ejecución que, aunque meticulosa en detalles, carece de la profundidad emocional y el desarrollo de personajes que se esperaría de un Leigh. La película se trata, esencialmente, de la conexión improbable que se desarrolla entre Sarah (Lenny Henry), la fría y pragmática representante de la empresa, y Finn (Ben Whishaw), el carismático pero atormentado líder de la banda de activistas.

La dirección de Leigh, como es habitual en su filmografía, se caracteriza por un enfoque en la observación naturalista. Las interacciones entre los personajes se desarrollan de manera orgánica, con diálogos que parecen surgir de la conversación real. Leigh logra capturar la tensión contenida, la incomodidad y la ambigüedad moral de la situación, construyendo un ambiente cargado de suspenso. Sin embargo, a veces este enfoque, tan efectivo en otros trabajos, parece ralentizar el ritmo de la película y generar cierta frialdad en la experiencia visual. La película se siente observada, pero no necesariamente experimentada desde el interior de los personajes.

Las actuaciones son sólidas, pero con un matiz particular. Lenny Henry, tradicionalmente un actor de comedia, aporta una notable fragilidad y vulnerabilidad a Sarah, mostrando un lado inesperado de su personaje. Ben Whishaw, por su parte, ofrece una interpretación magistral de Finn, transmitiendo la complejidad de un hombre dividido entre su idealismo, su dolor y su creciente atracción por Sarah. La química entre ambos es palpable, aunque a menudo se siente más intelectual que visceral. La película explora la idea del amor que nace en circunstancias extremas, pero no profundiza lo suficiente en la raíz de sus sentimientos.

El guion, escrito por Mike Leigh y William McGregor, es el punto más débil de la película. Si bien la historia es intrigante y plantea cuestiones interesantes sobre la naturaleza del poder, la ideología y el compromiso, la trama se siente a veces plana y predecible. Se ofrecen elementos de crítica social, especialmente en relación con la degradación medioambiental y la respuesta de las corporaciones, pero estos temas se abordan de forma superficial, sin profundizar en las consecuencias reales y el impacto emocional. La resolución, aunque ambigua, resulta poco satisfactoria y deja muchas preguntas sin respuesta. Se podría haber explotado la dinámica de la atracción prohibida con mayor profundidad psicológica y explorar las motivaciones subyacentes de cada personaje.

En definitiva, “The East” es una película que ofrece momentos de brillantez y presenta un planteamiento original, pero termina siendo un ejercicio estilístico más que una exploración narrativa profunda. Es una película que estimula la reflexión, pero que no logra alcanzar el impacto emocional que se espera de una obra de Mike Leigh.

Nota: 6/10