The Fall: El sueño de Alexandria (2006)

“The Fall: El sueño de Alexandria” es una película que se presenta como un cuento de hadas en negro y blanco, y aunque la intención es noble, el resultado final es una experiencia visualmente atractiva pero narrativamente decepcionante. La película, un remake del aclamado “Yo Ho Ho” de Zako Heskija, se adentra en un mundo de romanticismo decadente, ambientado en la Hollywood de los años 20, donde la promesa de un relato fascinante se convierte en el núcleo de una historia que, aunque llena de encanto visual, carece de profundidad y resonancia emocional.

La dirección de David Oelhoeffer es impecable en cuanto a la recreación de la época. La fotografía en blanco y negro es exquisita, evocando la atmósfera melancólica de las películas de época clásicas. Los escenarios, los vestuarios y el diseño de producción son meticulosos, sumergiendo al espectador en un universo visualmente rico y evocador. Sin embargo, la belleza estética no compensa una dirección que, en general, se limita a observar, sin aportar una verdadera chispa o innovación a la historia.

Las actuaciones son decentes, pero no sobresalientes. Golshifteh Farahani, en el papel de Alexandria, ofrece un desempeño sutil y reservado, interpretando con la gracia y el misterio que exige el personaje. Matt Dillon, como el especialista en acción, se limita a interpretar su rol con la formalidad y el cansancio que nos podría esperar de un hombre cuyo oficio ha visto pasar por sus manos demasiadas tragedias. La química entre los dos protagonistas es tenue, lo que dificulta la conexión emocional que se espera de una historia que gira en torno a la promesa y la confianza.

El guion es el principal defecto de la película. La premisa, la promesa de un cuento, es intrigante, pero la ejecución es plana y predecible. La historia, aunque repleta de momentos visualmente interesantes, se desarrolla a un ritmo lento y tedioso. Los detalles de los lugares que visitan Alexandria y el especialista se presentan de forma dispersa y sin un propósito claro, lo que hace que la experiencia sea frustrante. La narrativa se aferra demasiado a la descripción de los paisajes y las situaciones, descuidando el desarrollo de los personajes y el conflicto central. La promesa del cuento, al final, no cumple con las expectativas, y se revela como una mera excusa para mostrar diferentes escenarios y personajes. Se podría haber aprovechado mucho más la potencialidad del viaje, convirtiéndolo en el verdadero motor de la trama.

En definitiva, “The Fall: El sueño de Alexandria” es una película visualmente atractiva pero narrativamente decepcionante. La película es un festín para los ojos, pero carece de la sustancia y la emoción necesarias para dejar una impresión duradera. A pesar de su evidente atractivo, la película se queda en un nivel superficial, sin profundizar en las complejidades de la condición humana ni ofrecer una reflexión significativa sobre el poder de la narración.

Nota: 6/10