The Friend (2025)

“The Friend” es una película que se aferra a la intimidad con una fuerza sorprendente y, a veces, un tanto desconcertante. No se trata de una narrativa grandilocuente, ni de una búsqueda de himnos cinematográficos. Es, en cambio, una reflexión delicada y perspicaz sobre el poder curativo de la compañía, el peso del pasado y la difícil tarea de reconectar con la propia creatividad. La película, dirigida por Gabriela Rodriguez, se centra en el personaje de Holly (Naomi Watts), una escritora bloqueada y melancólica que, tras la muerte de un viejo amigo, se ve forzada a tomar la decisión de adoptar un imponente Gran Danés llamado Gus, el perro que le pertenecía a él. Este acto, aparentemente sencillo, desata una cadena de eventos que la obligan a confrontar una década de dolor y a redefinir su propio camino.

El guion, a pesar de su aparente modestia, construye una tensión emocional constante. No hay melodramas gratuitos ni situaciones artificiosas. La película se deleita en los pequeños detalles: la mirada de Gus al observar a Holly, sus gestos torpes pero cariñosos, su silenciosa presencia que logra llenar el vacío en la vida de la protagonista. El guion permite que la narrativa se desarrolle de manera orgánica, permitiendo que el espectador sienta la evolución de Holly de forma gradual y realista. La historia no busca soluciones fáciles; más bien, ofrece una comprensión profunda de la complejidad del proceso de sanación.

La actuación de Naomi Watts es, sin duda, el corazón de la película. Ella logra transmitir la vulnerabilidad y el anhelo de Holly con una sutileza admirable. No recurre a clichés emocionales, sino que se sumerge en el personaje, mostrando las cicatrices del pasado y la búsqueda desesperada de un nuevo propósito. Bill Murray, como el fantasma de su antiguo amigo, aporta un toque de humor melancólico que sirve de contrapunto a la tristeza predominante. Sarah Pidgeon también destaca como la vecina de Holly, un personaje que inicialmente parece distante pero que, inesperadamente, se convierte en un catalizador para el cambio en la protagonista, ofreciendo un apoyo emocional valioso sin ser un personaje central.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. La dirección, si bien efectiva en crear una atmósfera íntima, puede resultar a veces un tanto lenta. Algunos momentos podrían haberse beneficiado de un ritmo más dinámico. No obstante, la estética visual, con su paleta de colores suaves y la naturalidad de las localizaciones, contribuye a la sensación general de calma y introspección que se busca. “The Friend” no es una película que te dejará boquiabierto, pero sí una que te invita a reflexionar sobre la importancia de la conexión, la pérdida y la búsqueda de la autenticidad. Es, en definitiva, una historia sobre el poder transformador de un amigo, incluso si ese amigo es un perro.

Nota: 7/10