The Green Marker Scare (2012)

“The Green Marker Scare” es un thriller psicológico que, si bien no alcanza la brillantez de obras del género, ofrece una experiencia cinematográfica inquietante y que, en su intento de explorar los rincones más oscuros de la comunidad, consigue mantener al espectador enganchado hasta el final. La película, dirigida por un equipo emergente que se nota que está experimentando, se centra en la investigación de Noreen (interpretada con una intensidad palpable por Ali Coffey), una joven que, tras la tragedia de la muerte de su padre, se ve envuelta en una red de secretos y sospechas que enturbian su tranquilo pueblo natal.

La dirección de la película se caracteriza por un ritmo pausado, deliberadamente lento, que, aunque a veces puede resultar un poco tedioso, sirve para construir una atmósfera de creciente tensión. Se presta especial atención a la creación de ambientes sombríos y opresivos, utilizando la iluminación y la fotografía para enfatizar el aislamiento y la incomodidad. Sin embargo, la lentitud también puede ser vista como una debilidad, ya que algunos momentos podrían haberse aprovechado para desarrollar más la intriga o profundizar en las motivaciones de los personajes. No obstante, la banda sonora, minimalista pero efectiva, contribuye significativamente a mantener el nivel de suspense.

Ali Coffey ofrece una actuación sobresaliente como Noreen. Logra transmitir la desesperación, la determinación y la creciente paranoia de su personaje con una naturalidad y una sutileza notables. Su interpretación es el corazón de la película y la que más justifica el interés del espectador en la trama. A su lado, Ally Ní Chiárain aporta un contrapunto interesante como su amiga, aunque su personaje queda, en ocasiones, un poco plano y con un desarrollo limitado. Los actores secundarios, aunque cumplen su función, no logran dejar una impresión tan duradera.

El guion es, sin duda, el punto más débil de la película. Si bien la premisa inicial es intrigante, la resolución de la trama resulta un poco rebuscada y carente de originalidad. Algunos giros argumentales parecen forzados y, en general, el desarrollo de la historia se siente un tanto predecible. Aunque se intenta explorar temas como la corrupción, el trauma familiar y la pérdida, estos no se abordan con la profundidad que merecen. La película se beneficia de la atmósfera y de la actuación de Coffey, pero el guion necesita una revisión exhaustiva para elevar la calidad general de la producción. La película plantea interrogantes sobre el poder de la comunidad y la represión, pero no ofrece respuestas satisfactorias. Se siente más como un preludio a una historia más grande, que quizás podría haberse contado con mayor éxito.

Nota: 6/10