The Hanoi Hilton (1987)

“The Hanoi Hilton” es un drama que, si bien busca evocar el impacto devastador del cautiverio de guerra, termina siendo una experiencia cinematográfica notablemente desigual. La película, ambientada en la prisión de Hoa Lo, conocida como “El Campamento de Prisioneros”, en Hanoi, Vietnam, explora la brutal realidad vivida por los prisioneros de guerra estadounidenses, centrándose en el sufrimiento físico y psicológico que soportaron. No obstante, la ejecución de la historia es, a veces, torpe y carente de la profundidad narrativa que el tema exige.

La dirección de Harold Becker es funcional, logrando transmitir la atmósfera opresiva y claustrofóbica de la prisión. Se aprecia un cuidadoso detalle en la recreación de la prisión, aunque a veces la fotografía, aunque oscura y sombría, no contribuye al impacto emocional. El ritmo, en general, es lento y deliberado, esperando generar tensión, pero a menudo se torna tedioso, especialmente en las escenas que se centran en la rutina diaria y la comida escasa. La película no se atreve a ir más allá de la superficie del horror, lo que resulta en una experiencia pasiva para el espectador. El uso de flashbacks, que intentan contextualizar el pasado de los personajes, son efectivos en su momento, pero no conectan de manera consistente con la narrativa principal y, a veces, interrumpen el flujo de la historia.

El núcleo de la película reside en las actuaciones de los protagonistas. Zac Efron, como Roger Hornsby, demuestra una madurez sorprendente en su interpretación, logrando transmitir la desesperación y la resiliencia de un hombre que se niega a ser consumido por la derrota. Charlie Hunnam, en el papel de un prisionero más experimentado y cínico, aporta un toque de dureza y sarcasmo al grupo. Sin embargo, el reparto secundario, interpretado por actores menos conocidos, se siente a veces superficial y poco desarrollado, lo que limita la capacidad de la película para explorar las complejas dinámicas entre prisioneros y captores.

El guion es, en mi opinión, el elemento más débil de la película. Si bien se intenta construir un sentido de camaradería y resistencia entre los prisioneros, el diálogo a menudo se siente forzado y expositivo. La película se basa demasiado en la narración directa de los personajes para explicar sus motivaciones y emociones, en lugar de mostrarlo a través de la acción y el comportamiento. La representación de los prisioneros vietnamitas, aunque presente, es meramente circunstancial, relegándolos a roles secundarios y sin profundidad. El tratamiento del tema de la tortura es, en general, superficial, centrándose más en las reacciones físicas de los prisioneros que en las implicaciones psicológicas y morales del acto.

A pesar de sus deficiencias, “The Hanoi Hilton” ofrece un vistazo a una época oscura y dolorosa de la historia, y a menudo suscita una cierta empatía por los prisioneros que sufrieron en la prisión. Sin embargo, su ejecución carece de la fuerza y la complejidad necesarias para considerarse una obra maestra del género. Es un entretenimiento discreto, pero no una experiencia cinematográfica profundamente conmovedora.

Nota: 6/10