The Haunting of Sharon Tate (2019)

“The Haunting of Sharon Tate” es una película que, lejos de ofrecer una recreación literal de los asesinatos de la Familia Manson, se convierte en un estudio profundo y perturbador del miedo, la paranoia y la fragilidad de la vida en un periodo convulso de la historia de Hollywood. Robert Eggers ha creado una atmósfera opresiva, un laberinto psicológico que atrapa al espectador en la mente de Sharon Tate, una mujer joven, vulnerable y embarazada, confrontada con la amenaza constante de la muerte.

Eggers demuestra una maestría innegable en la dirección. El uso del blanco y negro, con sus contrastes de luz y sombra, no es simplemente un recurso estilístico, sino una herramienta para amplificar la sensación de claustrofobia y desasosiego. La fotografía es hermosa, casi onírica en ocasiones, pero siempre con un propósito: desdibujar la línea entre la realidad y la percepción subjetiva de Sharon. La banda sonora, minimalista y sugerente, contribuye a la inquietud constante, insinuando siempre algo que acecha en la oscuridad.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Margot Robbie entrega una interpretación sobresaliente como Sharon Tate, capturando con precisión su juventud, su belleza, su inteligencia y su creciente miedo. Es una actuación sutil pero poderosa, que transmite la vulnerabilidad de la protagonista sin caer en la melodramatización. Evangeline Lilly, por otro lado, interpreta a Jay Frances con una intensidad inquietante, encarnando la desconfianza y el miedo que también consumen a Sharon. La dirección de actores es particularmente efectiva, creando una dinámica convincente entre los personajes, intensificando la sensación de desasosiego.

El guion, escrito por Eggers y Nicolás Shivaan, se centra en la experiencia interna de Sharon, explorando sus dudas, sus miedos, sus recuerdos y sus obsesiones. La película no ofrece explicaciones ni justificaciones para los crímenes, sino que se dedica a mostrar el impacto psicológico de la amenaza de la violencia en la vida de una mujer. Si bien la trama es densa y a veces confusa, la película logra mantener el interés del espectador a través de la intensidad emocional y la atmósfera opresiva. Hay una cierta frialdad intelectual en la forma en que se presenta el tema, un alejamiento de la voyeurización de la historia, un enfoque en la víctima y sus sentimientos, no en el monstruo.

A pesar de su tono sombrío, "The Haunting of Sharon Tate" no es un film de terror convencional. Es una película sobre el miedo, la incertidumbre y la fragilidad de la existencia, una reflexión sobre la violencia, la paranoia y la pérdida de la inocencia. Es una película que se queda con el espectador mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar, planteando preguntas inquietantes sobre la naturaleza del mal y la búsqueda de sentido en medio del caos.

Nota: 7.5/10