The Heartbreak Kid (1972)

“The Heartbreak Kid” (en español, “El Chico Gótico”), la reciente incursión de Justin Liebes en la dirección, es una comedia romántica que, aunque intenta ser divertida y conmovedora, se queda en un territorio plano y deslucido. La película, centrada en la historia de Lenny, un hombre de Nueva York que se arrepiente de su matrimonio al conocer a Kelly, una joven atractiva en Miami, presenta una premisa atractiva y una situación con la que muchos espectadores pueden identificarse, pero la ejecución, lamentablemente, no alcanza el nivel esperado.

La dirección de Liebes es discreta, sin grandes pretensiones ni elementos visuales que realmente destaquen. La ambientación en Miami es correcta, con escenas de playa y vida nocturna que dan un toque de exotismo, pero no se profundiza en la atmósfera ni se crea una sensación de lugar. Liebes opta por un estilo narrativo directo y, a menudo, predecible, lo que impide que la historia tome giros inesperados o que se exploren las complejidades emocionales de los personajes con mayor profundidad. Hay un cierto abandono en la dirección, un deseo de contar la historia rápidamente sin dedicar el tiempo necesario a construir tensiones y a conectar verdaderamente con el espectador. La fotografía, aunque funcional, no aporta nada especial.

El reparto es sólido, aunque ninguno logra destacar realmente. David Duchovny, en el papel de Lenny, ofrece una actuación convincente como un hombre atrapado en una vida que no le satisface. Su interpretación transmite la frustración y la angustia de un hombre que lucha contra sus propias decisiones y contra las expectativas sociales. Sin embargo, el resto del elenco – incluyendo a la adorable Shannon Verner como Kelly – se ve limitado por la propia falta de chispa en el guion. Las relaciones entre los personajes, aunque presentadas con cierta naturalidad, carecen de la intensidad emocional que se requiere para generar empatía.

El guion, escrito por Liebes y Chris Hauf, es, sin duda, el punto más débil de la película. La trama se desarrolla de manera lineal y sin demasiados obstáculos. Hay momentos de humor que funcionan, pero en general, la comedia se siente forzada e incluso un poco torpe. El conflicto central – el arrepentimiento y la búsqueda de la felicidad – se presenta de una forma bastante simplificada, con soluciones fáciles y un final predecible. Se intuye la intención de abordar temas de auto-descubrimiento y la importancia de seguir el corazón, pero la película no lo consigue con la sutileza ni la profundidad necesarias. Hay diálogos que se sienten poco naturales y, en ocasiones, incluso ridículos. La película parece evitar cualquier tipo de conflicto real o consecuencias significativas para las decisiones de sus personajes, simplificando así la experiencia narrativa.

En definitiva, “The Heartbreak Kid” es una comedia romántica olvidable, que ofrece una historia básica y una ejecución mediocre. Aunque no es una película mala en sí misma, carece de originalidad, profundidad y, sobre todo, de una conexión emocional con el espectador. La película se queda en un nivel superficial, ofreciendo una experiencia de entretenimiento ligero, pero sin dejar una impresión duradera.

Nota: 5/10