The Hitman (1991)

“The Hitman” (2007) no es, precisamente, una obra maestra del cine de acción, pero sí una entrega disfrutable y, en ciertos aspectos, sorprendentemente ambiciosa para su género. Dirigida por Corey Miller, la película se beneficia de un presupuesto modesto pero de la presencia de un actor carismático y decisivo: Ray Stevenson, quien encarna a Garret, un inspector de policía brutalmente traicionado y transformado en un fantasma para servir a la justicia. La premisa, aunque previsible, ofrece un interesante punto de partida para una trama de venganza con un giro en el que la línea entre el bien y el mal se difumina constantemente.

Stevenson, que ya era un actor con experiencia en papeles de acción, aporta una fisicalidad y un peso emocional a Garret que se sienten genuinos. Su Garret no es un héroe convencional; es un hombre roto, consumido por la ira y la traición, dispuesto a recurrir a métodos despiadados para lograr su objetivo. Sin embargo, la película no se queda en la mera acción y violencia. Miller explora, aunque de forma superficial, la dinámica entre Garret y el “profesor” (Martin Donovan), el hombre que le proporciona la identidad falsa y el entrenamiento necesario para convertirse en un asesino a sueldo. Esta relación, marcada por un respeto incómodo y una dependencia mutua, ofrece momentos interesantes de diálogo y desarrollo del personaje.

El guion, por otro lado, es donde la película presenta sus mayores carencias. La trama avanza a menudo de forma poco elaborada, repitiendo clichés del género sin aportar demasiada originalidad. Algunos diálogos son torpes y las subtramas, como el pasado familiar de Garret, no se desarrollan plenamente. A pesar de esto, la película logra mantener el interés gracias a su ritmo frenético y a la acción visceral que presenta en las escenas de “hitman”. El trabajo de dirección es funcional, sacando lo mejor de las tomas de acción y logrando crear una atmósfera tensa y peligrosa, aunque no siempre con un estilo visual particularmente memorable.

La película es, en definitiva, un ejemplo de acción pulida, pero con una narrativa más básica de lo que podría ser. La banda sonora, aunque efectiva para crear atmósfera, también recurre a clichés. Lo positivo reside en la actuación de Stevenson y en la sensación de que, a pesar de sus defectos, la película se atreve a explorar los dilemas morales que surgen cuando se justifica la violencia en nombre de la justicia. Se podría decir que “The Hitman” no busca ser innovadora, sino ofrecer un entretenimiento sólido y directo para los amantes del género. Es una película que no te dejará una impresión duradera, pero que, sin duda, pasará desapercibida para muchos espectadores.

Nota: 6/10