The Hunted (La presa) (2003)

“The Hunted (La presa)” es un thriller de suspense que, lejos de intentar romper con la fórmula del “cat and mouse” (cazador y presa), la abraza con una intensidad visceral que resulta tanto atractiva como inquietante. La película, dirigida por Fredrik Neumann, se basa en una premisa relativamente sencilla, pero la forma en la que la desarrolla logra un impacto emocional considerable, ofreciendo una experiencia cinematográfica más profunda de lo que inicialmente podría sugerir.

La película se centra en la persecución de un asesino sádico (interpretado de manera escalofriante por Joe Cole) que, tras una traumática misión en Kosovo, abandona el ejército y se dedica a la caza de humanos. El FBI, liderado por el agente Jones (Michael Fassbender), se enfrenta a un fugitivo implacable que no parece tener un móvil racional, solo un deseo de cazar y matar. Neumann evita los clichés del género, priorizando la atmósfera de terror y la sensación constante de peligro. La tensión no se basa en sustos fáciles, sino en una acumulación gradual de inquietud, un ambiente opresivo que se filtra a través de la cámara y la banda sonora.

La dirección de Neumann es brillante, empleando tomas largas y movimientos de cámara fluidos que se adaptan a la persecución, creando un efecto de inmersión total en la experiencia del protagonista. La película juega con la perspectiva, alternando entre la visión de Jones, presa del asesino, y la del cazador, permitiendo al espectador comprender su estado mental y su motivación. Michael Fassbender ofrece una actuación contundente, retratando la desesperación y la obsesión del agente Jones. Sin embargo, la película no se centra únicamente en los protagonistas principales; el personaje de Del Toro (Joe Cole), el asesino, es complejo y atormentado, lo que le otorga una humanidad sorprendente que desafía las expectativas del género. La actuación de Cole es particularmente destacable, comunicando el horror y la soledad del personaje de manera efectiva.

El guion, adaptado de una novela de Nicholas Beales, es sólido y bien construido, aunque carece de originalidad en cuanto a la trama. No obstante, lo compensa con una ejecución impecable, una tensión constante y una reflexión sobre el trauma, la guerra y la pérdida de la humanidad. La película no explora a fondo la causa del trastorno psicológico del asesino, pero sugiere con sutileza que el horror que ha presenciado en Kosovo lo ha transformado en un depredador implacable. La fotografía, en tonos fríos y apagados, refuerza la atmósfera de desolación y desesperanza. La banda sonora, minimalista y perturbadora, complementa la imagen y acentúa el impacto emocional de la película.

En definitiva, “The Hunted” es una experiencia cinematográfica intensa y perturbadora, que supera la fórmula del “cat and mouse” a través de la dirección, las actuaciones y la atmósfera opresiva que logra crear. No es un espectáculo de acción, sino una meditación sobre el horror y la pérdida, que dejará al espectador con una sensación inquietante a largo plazo.

Nota: 7.8/10