“The Independent” no es una película que te abandona fácilmente. Es una experiencia cinematográfica peculiar, a veces frustrante, pero con una persistente chispa de originalidad que te obliga a prestar atención. Dirigida por la singular David Gordon Green, la película se centra en la obsesión de un director de bajo presupuesto, Henry (interpretado con un encanto exasperante por Jerry Stiller), por encontrar una nueva oportunidad y, aparentemente, por seguir viviendo. Su idea: reinterpretar la historia de un asesino en serie que, en su más profunda soledad, sueña con ver su vida dramatizada como un musical, y para dirigirlo, nada más y nada menos, que Ted Demme.
La película se construye alrededor de esta premisa absurda, y la dirección de Green se distingue por su estilo fragmentado y su enfoque en los pequeños detalles. Evita la grandilocuencia y se centra en las interacciones entre los personajes, en las conversaciones aparentemente sin rumbo y en la atmósfera opresiva que envuelve la vida de Henry. Hay un uso eficaz del sonido, con diálogos mordaces y música incidental que contribuyen a crear un ambiente de incomodidad constante. Sin embargo, la película a veces se pierde en su propio estilo, recurriendo a escenas largas y contemplativas que, aunque visualmente interesantes, pueden sentirse repetitivas y lentas. El ritmo es irregular, con momentos de tensión repentina que contrastan con pasajes más contemplativos y menos dinámicos.
Las actuaciones son, en general, sólidas. Jerry Stiller ofrece una interpretación magistral como Henry, logrando transmitir con precisión la desesperación y la obsesión del personaje, así como su peculiar sentido del humor. Janeane Garofalo, como su esposa, aporta un contrapunto cómico y emocional, ofreciendo momentos genuinos de ternura y sarcasmo. La química entre Stiller y Garofalo es palpable, y sus interacciones son el núcleo emocional de la película. La presencia de Ted Demme, aunque breve, añade un elemento de ironía y subrayo al proyecto musical, recordándonos la fragilidad y la locura detrás de la creatividad.
El guion, escrito por Green y Gordon Linoff, es lo que más divide a la audiencia. La premisa es intrínsecamente interesante, pero la ejecución no siempre cumple con las expectativas. El diálogo es a menudo mordaz y subido de tono, aunque en ocasiones, carece de profundidad. Algunos personajes secundarios, como el productor, carecen de desarrollo y parecen meramente funcionales al servicio de la trama. A pesar de sus defectos, el guion presenta una reflexión sobre la obsesión artística, la búsqueda de la fama y la naturaleza de la creatividad, aunque de forma poco convencional. La película no ofrece respuestas fáciles y, en cambio, deja al espectador con más preguntas que certezas.
En definitiva, “The Independent” es una película provocadora e inusual. Requiere paciencia y una mente abierta. No es un espectáculo cinematográfico tradicional, pero puede resultar gratificante para aquellos que aprecien las películas que desafían las convenciones y exploran los límites de la narrativa.
Nota: 6.5/10