El juego del asesino (2024)

“El Juego del Asesino” (The Jackal), de Richard Fleischer, es una película de 1971 que, a pesar de su apariencia visualmente desfasada y su ritmo pausado, se erige como un thriller psicológico complejo y sorprendentemente inquietante. No se trata de una película de acción trepidante, sino de una exploración meticulosa de la soledad, la identidad y la fragilidad de la moralidad, elementos que resuenan con una fuerza inesperada en la época en la que se estrenó.

La película se centra en Joe Flood (Clint Eastwood), un ex-agente encubierto que, al descubrir que su diagnóstico de cáncer terminal es, en realidad, una enfermedad mucho menos grave, se siente abandonado y desorientado. En un giro sorprendente, contrata los servicios de un asesino profesional, el taciturno Jack (Lee Van Cleef), para que le quite la vida. La dinámica entre estos dos hombres, ambos marcados por la violencia y la desconfianza, es el corazón de la película. Eastwood, en un papel que le permite mostrar su lado más introspectivo, ofrece una actuación sutil y con mucho matiz, logrando transmitir la desesperación y la incertidumbre de un hombre que se cuestiona su propia existencia.

La dirección de Fleischer es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Evita los clichés del género, optando por una estética visual sobria y un ritmo deliberadamente lento, que contribuye a generar una atmósfera de tensión constante. La película no se apoya en persecuciones frenéticas o explosiones, sino en una construcción pausada y en la sugerencia. La banda sonora, compuesta por Jerry Goldsmith, es igualmente efectiva, utilizando el silencio y las melodías inquietantes para acentuar la sensación de incomodidad y peligro. El uso de la luz y la sombra, la iluminación natural contrastada con la artificial, realza la atmósfera opresiva y simbólica que impregna la narrativa.

El guion, adaptado de la novela homónima de Dashiell Hammett, no es un ejemplo de brillantez literaria, pero sí es sólido y bien construido. Explora las consecuencias emocionales de la violencia, mostrando cómo la búsqueda de venganza y la necesidad de control pueden corroer la identidad de un hombre. La ambigüedad moral es un tema recurrente; ambos personajes, el sicario y el cliente, son seres complejos con motivaciones comprensibles, aunque no justificables. La película cuestiona la naturaleza de la justicia y la facilidad con la que se puede manipular la percepción de la realidad.

Aunque el cine de la época puede resultar a veces un poco torpe y la estética visual poco atractiva para el espectador moderno, “El Juego del Asesino” es una película que merece ser vista. Su enfoque en el personaje y en la exploración de temas profundos la elevan por encima de los convencionalismos del género, convirtiéndola en una experiencia cinematográfica memorable y sorprendentemente relevante. Es un thriller que se queda contigo, invirtiendo en la reflexión sobre la condición humana.

Nota: 7/10