La sirenita (1989)

“La Sirenita” de Disney, estrenada en 1989, sigue siendo un clásico atemporal que, a pesar de las décadas, conserva su encanto y, en cierto modo, su relevancia. Más allá de su innegable éxito comercial, la película ofrece una exploración de temas universales como la identidad, la familia y el sacrificio, aunque hoy en día la narrativa se percibe con una lentitud y una formalidad que la diferencian de los estándares actuales.

La dirección de Ron Clements y John Musker, visionarios detrás de obras maestras como “La princesa y el sapo” y “Aladdin”, es notable por su elegancia visual y su capacidad para crear ambientes mágicos. El diseño de producción es impecable, recreando un mundo acuático vibrante y detallado que, aunque a veces se siente un poco excesivo, logra transportar al espectador a la bahía de Atlántida. La animación, por su parte, es sobresaliente para su época, especialmente en las escenas subacuáticas, donde la fluidez del agua y la expresión de las criaturas marinas son particularmente impresionantes. Sin embargo, se aprecia que la película, en su diseño de personajes, se adhiere a un estilo más estilizado y menos realista que las producciones más modernas.

Las actuaciones son sumamente convincentes. Alan Rickman, en el papel de la malvada Úrsula, ofrece una interpretación memorable, dotando a la bruja del mar de un carisma oscuro y de una agilidad verbal asombrosa. Rickman no solo domina la caracterización, sino que también aporta un humor negro que contrasta perfectamente con la seriedad del conflicto. Jodi Benson, como Ariel, transmite con maestría la evolución del personaje, desde la inocente curiosidad hasta la madurez y la determinación. Christopher Sarandon, como el rey Tritón, añade una capa de solemnidad y orgullo paternal a la interpretación. Aunque las voces originales son las más recordadas, las versiones más recientes, con actores como Halle Bailey, también logran capturar la esencia del personaje, aunque sin la misma profundidad expresiva.

En cuanto al guion, "La Sirenita" aborda con delicadeza temas complejos. La rebelión de Ariel contra sus padres, la búsqueda de un lugar en el mundo y la idea de que el amor puede superar las barreras son elementos centrales que resuenan en el público. Sin embargo, el ritmo de la película puede resultar lento en algunos momentos, especialmente durante la primera mitad. El diálogo, aunque poético, a veces se ve afectado por una cierta rigidez, y la resolución del conflicto, aunque satisfactoria, podría haber sido más elaborada. La película, en su esencia, intenta equilibrar la fantasía con un mensaje moralizante, una tarea que a veces se ve ligeramente comprometida debido a su estructura narrativa. Aun así, la ambición de Disney de explorar las complejidades del amor y la autoaceptación son evidentes a lo largo de la película. Se podría argumentar que el guion, en su intento de ser profundo, a veces cae en clichés típicos del género.

Nota: 7/10